/ El establo de Pegaso: Cecilia Meireles

jueves, 20 de noviembre de 2008

Cecilia Meireles

NÓS E AS SOMBRAS



E em redor da mesa, nós, viventes,
comíamos e falávamos, naquela noite estrangeira,
e em nossas sombras pelas paredes
moviam-se, aconchegadas como nós,
e gesticulavam, sem voz.

Éramos duplos, éramos tríplices, éramos trêmulos,
à luz dos bicos de acetilene,
pelas paredes seculares, densas, frias,
e vagamente monumentais.
Mais do que as sombras éramos irreais.

Sabíamos que a noite era um jardim de neve e lobos.
E gostávamos de estar vivos, entre vinhos e brasas,
muito longe do mundo,
de todas as presenças vãs
envoltos em ternura e lãs.

Até hoje pergunto pelo singular destino
das sombras que se moveram juntas, pelas mesmas paredes...
Oh!, as sem saudades, sem pedidos, sem respostas...
Tão fluidas! Enlaçando-se e perdendo-se pelo ar...
Sem olhos para chorar...

NOSOTROS Y LAS SOMBRAS

Y alrededor de la mesa, nosotros los vivientes,
comíamos y hablábamos, en aquella noche extranjera,
y nuestras sombras por las paredes
se movían acompañadas como nosotros,
y gesticulaban, sin voz.

Éramos dobles, éramos triples, éramos trémulos,
a la luz de los mecheros de acetileno,
por las paredes seculares, densas, frías,
y vagamente prodigiosas.
Éramos más irreales que las sombras.

Sabíamos que la noche era un jardín de nieve y lobos.
Y nos gustaba estar vivos, entre vino y brasas,
muy lejos del mundo,
de todas las presencias vanas
envueltos en ternura y mantas.

Hoy todavía me pregunto por el singular destino
de las sombras que se movieron juntas, por las mismas paredes…
¡Oh!, las sin melancolías, sin peticiones, sin respuestas...
¡Tan evasivas!, enlazándose y perdiéndose en el aire…
Sin ojos para llorar...

Cecília Meireles, De Mar absoluto

2 comentarios:

M.A. dijo...

Gosto imenso da Cecília .
Bela escolha, Amiga.

Abraços,

maria azenha

Jordim dijo...

Bonito..