/ El establo de Pegaso: junio 2011

jueves, 30 de junio de 2011

Afrodita Urania de Angelos Sikelianos




“Saludo a Nikos Kazantzakis”


Mi amigo y yo en la santa montaña, por las laderas eternas
solos al amanecer
mientras se deshacian por la primera luz los hechizos
que esparcio la lluvia,

respirando profundamente veiamos hasta alla abajo
donde brillaba oculto
palido el ancho mar, y nuestra mente, como del abeto,
la poderosa copa,

se regocijaba en la completa calma, en la bendita
fragancia del monte,
y por el frescor sentiamos hasta adentro resucitado
nuestro corazón joven…

En las frentes, en las manos, sobre todos nuestros miembros,
brillaba serenamente
la sosegada fuerza que conoció la miel de la creación,
y volviendo de nuevo

a pasar por donde libó o se amamantó en el todo
la alegría mística,
nos hacia elevar los brazos hacia un inefable culto,
como si fuesen alas…

Magna gracia sobre él iba derramando el fornido
e irrigador manantial
de la soledad, e insomne en sus ojos negros
un alma pensante

se alegraba amplia, y sagradamente, de abrazar de día
los cielos ocultos,
y como una fuente en su hondura de abrazar en secreto
la hermosa madurez de la mente…


Alto silencio nos rodeaba como un ciclópeo muro;
Y de repente, sosegada,
Cual agua fluyente cuando sin cesar llega un susurro,
La voz de mi amigo

Sonó en mis oídos: “Hermano, bendita sea la hora
en que cogí la senda,
la odorífica senda que de la población se aleja,
y te hallé tal asceta

debajo de aquel abeto, gozando en el místico
festín de la mente,
y allí, ya juntos, nos repartimos como un pan la dicha
del cielo lleno de estrellas…”

Angelos Sikelianos (1884–1951). Afrodita Urania. Prólogo, traducción y notas de Pedro Mateo.


martes, 28 de junio de 2011

Leer un poema te puede llevar a la cárcel

Ayat al-Qarmez, poeta de Bahréin, encarcelada



“Somos el pueblo que matará la humillación y asesinará la miseria,
¿no oyes sus gritos, sus alaridos?”

Estos versos han llevado a la cárcel a Ayat al-Qarmezi, poetisa bahreiní. Fue condenada el 12 de junio a un año de prisión por un tribunal militar, por el delito de haber participado en manifestaciones ilegales, alterado la seguridad pública y hacer apología del odio al régimen.

Tras la lectura del poema, dirigido al Rey, durante una concentración convocada en la capital, Manama, en demanda de reformas, Ayat fue denunciada y se vio obligada a entregarse, después de que miembros de las fuerzas de seguridad enmascarados irrumpieran en casa de sus padres al menos dos veces y amenazaran con matar a sus hermanos si no lo hacía.

Durante los primeros 15 días Ayat estuvo detenida en régimen de incomunicación. Afirma que fue golpeada y torturada con descargas eléctricas. Apenas pudo ver a su familia durante el juicio, celebrado ante el Tribunal de Seguridad Nacional de Primera Instancia, de carácter militar, lo cual constituye una infracción directa de las normas internacionales sobre juicios justos. Ahora, Ayat se enfrenta a un año de prisión.

Este es el castigo que espera a quien reclama libertad en Bahréin mediante el uso de la palabra: la cárcel. Ese es el mensaje que las autoridades tratan de dar a todas las personas que participan en la protestas en favor de reformas. En Barhéin, al menos 500 personas han sido detenidas en relación con las manifestaciones pro reforma que comenzaron en febrero, y cuatro han muerto bajo custodia en circunstancias poco claras. Decenas de ellas han sido sometidas a juicio ante tribunales militares, que en muchos casos las han declarado culpables e impuesto desde breves condenas de prisión hasta, en dos casos hasta ahora, la pena de muerte.


Fuente de la noticia Amnistía Internacional. En esta misma página también puedes firmar.

sábado, 25 de junio de 2011

Norah Lange, poemas


Amanecer

En el corazón de cada árbol
se ha estremecido la medianoche.

La noche se desmenuza
en lenta procesión de niebla.

Todas las tardes terminan su cansancio.

Los letreros luminosos duermen
el asombro de sus colores
y anticipan la contemplación de cada pobre.

En toda esquina vigila el sueño
y es tu recuerdo la única pena
que humilla la altivez de las aceras.

Lejos, el primer mendigo,
traiciona el portal donde ha dormido.

Y la ciudad se abre como una carta
para decirnos la sorpresa de sus calles.

Tarde a Solas
Vacía la casa donde tantas veces
las palabras incendiaron los rincones.
La noche se anticipa
en el piano mudo
que nadie toca.
Voy a solas desde un recuerdo a otro
abriendo las ventanas
para que tu nombre pueble
la mísera quietud de esta tarde a solas.
Ya nadie inmoviliza las horas largas y cerradas
a toda dicha mía.
Y tu recuerdo es otra casa
grande y quieta
por donde yo tropiezo sola.
Y mis latidos forman una hilera de pisadas
que van desde su puerta hacia el olvido.


La noche entró por la ventana

La noche entró por la ventana.
Mi alcoba está suave de luna.
Los rincones se nutren de sueño
y la bujía cuelga en la penumbra
como un sol insensible.

Norah Lange (Buenos Aires, 1905-1972)

jueves, 23 de junio de 2011

Jorge Luis Borges

La noche de San Juan



El poniente impecable en esplendores
quebró a filo de espada las distancias.
Suave como un sauzal está la noche.
Rojos chisporrotean
los remolinos de las bruscas hogueras;
leña sacrificada
que se desangra en altas llamaradas,
bandera viva y ciega travesura.
La sombra es apacible como una lejanía;
hoy las calles recuerdan
que fueron campo un día.
Toda la santa noche la soledad rezando
su rosario de estrellas desparramadas.

Jorge Luis Borges del poemario Fervor de Buenos Aires (1923)que tiene títulos como La Recoleta,Amanecer, Arrabal,Final de año, Inscripción en cualquier sepulcro o Calle desconocida.

sábado, 18 de junio de 2011

Los contadores de galaxias



¿Y si existieran seres nacidos para contar galaxias y darles nombre?





Para Dieguín, nuestro ángel, que sigue contando estrellas en la Gran Nebulosa de Orión.

martes, 14 de junio de 2011

Cecilia Vicuña



Sendero Chibcha

La poesía habita
algunos lugares
donde los riscos
no necesitan
sino ser señalados
para vivir:

dos o tres líneas
una marca
y el silencio
empieza a hablar.

En las aristas de los cerros
los Chibchas tejen líneas
los pájaros pierden plumas
y el ser hace su ofrenda
a la inmensidad.

En Precario/Precarius

Luxumei

Necesito decir
que mi atavío natural
son las flores
aunque me vestiré
de un modo increíble
con plumas
dientes de loco
y manojos de cabellera
de Taiwan y Luxumei.
Cada vez que estornudo
se llena el cielo de chispas
hago acrobacias
y piruetas endemoniadas
cada noche
me sale una espalda adyacente.
Soy de cuatro patas
preferentemente,
las ramas
me saldrán por la piel,
estoy obligada a ser
un ángel con la pelvis
en llamas.

Luxumei o el traspié de la doctrina

Poemas de ANTOLOGÍA La poesía del siglo XX en Chile. La Estafeta del Viento. Edición de Julio Espinosa Guerra.