
¿Y si existieran seres nacidos para contar galaxias y darles nombre?

Para Dieguín, nuestro ángel, que sigue contando estrellas en la Gran Nebulosa de Orión.
Imaginistas, futuristas, bio-cósmicos o forjadores, durante las primeras décadas del siglo XX Rusia fue un hervidero de tendencias artísticas. Sus miembros se reunían en el café el Establo de Pegaso.
2 comentarios:
Gracias Elena, besos.
Besines para ti.
Publicar un comentario