/ El establo de Pegaso: 2010

sábado, 25 de diciembre de 2010

Evolución de Sherman Alexie


Evolución

Buffalo Bill abre una casa de empeños en la reserva
justo al otro lado de la tienda de licores
que está abierta las 24 horas del día, los siete días a la semana
y los indios vienen corriendo con sus alhajas
aparatos de televisión, un reproductor de vídeo, un traje de piel de ante con cuentas
que a Inez Muse le costó terminar 12 años. Buffalo Bill
ya tiene todo lo que los indios pueden ofrecer, lo guarda
todo en catálogos y lo clasifica en un almacén. Los indios
empeñan sus manos, guardando los pulgares para el final,
empeñan sus esqueletos, desprendiéndose una y otra vez de la piel
y cuando el último indio ha empeñado todo menos su corazón,
Buffalo Bill lo compra por 20 dólares, cierra la casa de empeños, pinta un nuevo letrero sobre el viejo llamando a su empresa EL MUSEO DE LAS CULTURAS NATIVAS AMERICANAS y cobra a los indios cinco dólares por cabeza para entrar.

Sherman Alexie



Evolution

Buffalo Bill opens a pawn shop on the reservation
right across the border from the liquor store
and he stays open 24 hours a day,7 days a week

and the Indians come running in with jewelry
television sets, a VCR, a full-lenght beaded buckskin outfit
it took Inez Muse 12 years to finish. Buffalo Bill

takes everything the Indians have to offer, keeps it
all catalogues and filed in a storage room. The Indians
pawn their hands, saving the thumbs for last, they pawn

their skeletons, falling endlessly from the skin
and when the last Indian has pawned everything
but his heart, Buffalo Bill takes that for twenty bucks

closes up the pawn shop, paints a new sign over the old
calls his venture THE MUSEUM OF NATIVE AMERICAN CULTURES
charges the Indians five bucks a head to enter.

Sherman Alexie. “Evolution.” The Norton Anthology of Modern and Contemporary Poetry: Vol 2
Contemporary Poetry. Ed. Jahan Ramazani, Richard Ellmann, Robert O’Clair. New York: W. W. Norton, 2003







miércoles, 22 de diciembre de 2010

Ornitomancia




Y quizá me niegues

A lo lejos el canto del gallo entristece las horas,
el cielo se oscurece y amenaza tormenta,
deseo oler tu cuerpo en la tierra mojada
pero el gallo canta tres veces y la tarde se quiebra,
y quizá no vengas,
y quizá me niegues...



Alea jacta est

La suerte de nuestro amor está echada
Comenzó con las migraciones de las ocas
Como las aves, nuestros corazones vienen del frío,
como los corazones, las aves buscan costas más cálidas.
Nuestro destino, como el de las ocas, siempre estará unido a la incógnita.


Aleteo de las golondrinas

Mientras espero
las golondrinas aletean sobre el tejado de paja.
Presagio que nuestro amor irá a más.

Elena Soto

sábado, 18 de diciembre de 2010

Kamala Suraiya Das

La vieja casa de juguete y otras historias



Los reclusos

Hubo una época en la que nuestro deseo era
Como una bandera multicolor de ningún
País concreto. Reposábamos
En la cama, los ojos vidriosos, fatigados, como
Juguetes que los niños muertos dejan,
Y nos preguntábamos el uno al otro. ¿A qué
fin, a qué maldito fin?
Ésa era la única clase de amor,
Ese destrozarnos mutuamente,
Como reclusos desbrozando y destripando terrones
Al medio día. Éramos tierra bajo el caliente
Sol. Había fuego en nuestras
Venas y las frías noches de la montaña no
Servían para aliviar el ardor. Cuando él
Y yo nos fundíamos en uno, no éramos ni
Macho ni hembra. No quedaban
Palabras, toda palabra era aprisionada
En los viejos brazos de la noche. En
La oscuridad crecimos, mientras en silencio
Cantábamos, cada nota surgiendo del
Mar, del viento, de la tierra y
De cada triste noche como un dolor...

Kamala Suraiya Das (Malabar, India 1934-2009). La vieja casa de juguete y otras historias (1973), editorial Torremozas. Traducción y Prólogo: Isabel García López.


La edición de la editorial Torremozas es la única traducción de esta autora en España.

Pájaro extraño Yuan Chi



Pájaro extraño

El pájaro extraño hace su nido en el bosque,
su nombre es "Fénix".
Al amanecer bebe en la fuente de la miel,
por la noche busca reposo en la ladera de la montaña.
A través de los campos suenan ecos de su canto penetrante.
Cuando estira el cuello, su ojo alcanza todos los rincones de la tierra.
Una ráfaga del viento del oeste,
deteriora su plumaje.
vuela, entonces, hacia el oeste hasta las montañas K'un-lung,
¿Y quién sabe si volverá?
Ahora un gran pesar invade mi espíritu.
¡Si tuviese mi casa en otro lugar!

Yuan Chi (210-263) Traducción realizada a partir de la versión inglesa de Robert Payne.

Strange Bird

The strange bird makes its abode in the woods:
Its name is "Phoenix".
In the morning it drinks at the honeyed spring,
At night it seeks rest on the hillside.
Throughout the land there rings its shrill note.
Neck-craning, its eye reaches all corners of the earth.
There sweeps along a gust of west wind,
Wherefore it causes the plumage to be impaired.
Then it flies westward toward the K'un-lung Mountains,
And who knows whether it will return?
Now a great regret seizes upon my mind-
If only I had my home in a different place!

Poema de Yuan Chi, publicado en la antología The White Pony (editada por Robert Payne, 1947, Mentor Books)

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Phi, el número de oro

El número áureo es un irracional con dígitos que se extienden hasta el infinito sin seguir un patrón repetitivo. Podemos aproximarlo a 1,61803...



El número tahúr 1,61803398874989484820458683436563811720309179805...

Una piedra,
61 fragmentos de una taza,
803 segundos esperando…

Y tú, corazón de tahúr latiendo en la laguna,
como una onda infinita que estremece
avanzas doblando siempre la apuesta matemática.
Ahora que sé que no te agotas,
que te entregas sólo a la vasta armonía de las series
y me vas rozando los talones,
entiendo la locura de 1,618033988 pétalos cayendo
con la irracional ternura de las flores.

Corazón de tahúr,
fiero, certero, cándido y dorado huracán,
invertido como el sueño de un murciélago
me marcas en el cuerpo la espiral que encarna la belleza
1,61803398874989…

Y te doblo la apuesta
1,6180339887498948482045868343…
Tus cifras frente a mis ojos,
decimales y dedos en la mesa
mientras llega la noche.

La oscuridad lasciva ya desnuda el firmamento
y empuja mariposas al brillo de la lámpara
¿Has visto que han perdido las alas?
Pero tú, corazón de tahúr,
continúas latiendo decimales,
no te ablandas
y me doblas la apuesta
1,61803398874989484820458683436563811720309179805...


A modo de anécdota, comentar que en el año 2000, Xavier Gourdon y Pascal Sebah calcularon un billón y medio de decimales de Phi con un Pentium III.

Video sobre Phi; la Divina Proporción

martes, 14 de diciembre de 2010

Enrique Morente canta a Lorca

Omega (1996) es la visión de Enrique Morente sobre “Poeta en Nueva York” de Federico García Lorca. El disco, que tiene 13 temas arranca con Omega (Poema para los muertos)fruto de la colaboración con el grupo granadino Lagartija Nick, que le acompaña en cinco de las canciones.

Morente, descansa en paz.




Enrique Morente - Omega (Poema para los muertos)





Ciudad sin sueño



CIUDAD SIN SUEÑO (NOCTURNO DEL BROOKLYN BRIDGE)

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas.
Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan
y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.

No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Hay un muerto en el cementerio más lejano
que se queja tres años
porque tiene un paisaje seco en la rodilla;
y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto
que hubo necesidad de llamar a los perros para que callase.

No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda
o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas.
Pero no hay olvido, ni sueño:
carne viva. Los besos atan las bocas
en una maraña de venas recientes
y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso
y al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros.

Un día
los caballos vivirán en las tabernas
y las hormigas furiosas
atacarán los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas.

Otro día
veremos la resurrección de las mariposas disecadas
y aún andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudos
veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua.
¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero,
a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención del puente
o a aquel muerto que ya no tiene más que la cabeza y un zapato,
hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan,
donde espera la dentadura del oso,
donde espera la mano momificada del niño
y la piel del camello se eriza con un violento escalofrío azul.

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Pero si alguien cierra los ojos,
¡azotadlo, hijos míos, azotadlo!

Haya un panorama de ojos abiertos
y amargas llagas encendidas.

No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
Ya lo he dicho.
No duerme nadie.
Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes,
abrid los escotillones para que vea bajo la luna
las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.

Federico García Lorca

Y también un vals vienés del missatger

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Nina Cassian



Galope en el cielo

Cuando el ayer se transforma en el antes de ayer
y el antes de ayer se convierte en hace mucho tiempo
y el hace mucho tiempo se convierte en nunca más
¿qué puedes esperar?

Galopando en la cabalgadura del atardecer
van llegando,
los Cuatro Jinetes.

Versión de Jorge Torés


Alegría

Gozo mezclando mis cabellos con vosotras, hojas del otoño,
corriendo por el bosque loco, resbalando, riendo y arañando
mis mejillas en vuestras formas rugosas.
Me alegra poder lanzar
en el otoño rojo mi grito solo y profundo
bajo las bóvedas de oro seco, en el susurro del viento.
Me gusta huir, caer y reír sobre la tierra adornada
por los mil labios de tu sonrisa amarilla,
Otoño!

Versión de Pablo Neruda

Poemas tomados de A media voz

Nina Cassian (Rumanía,1924). En 1985 fue invitada por la Universidad de Nueva York como profesora asistente y tras recibir asilo político reside en este país,desde entonces.

martes, 30 de noviembre de 2010

Kenneth Rexroth Signatura rerum



La firma de todas las cosas

La cabeza en los hombros, el libro
En la sombra, y mi cuerpo
Tendido bajo la luz del sol, me acuesto
Leyendo al lado de la cascada-
De Signatura rerum de Boehme.
A través de un intenso día de julio
Las hojas del laurel, todos los colores
Del oro, descienden en círculos a través de la profunda
Y cambiante sombra del laurel. Flotan
Por un instante en el reflejo del cielo y del bosque,
Y luego, en un círculo todavía
Lento, se hunden en la profundidad cristalina
Del estanque hasta la superficie cubierta de hojas doradas.
El santo vio el mundo fluyendo
En la electrólisis de amor.
Lo miré a través de la sombra
Doblado a la sombra de esbeltos
Troncos de laurel y hojas innundadas de sol.
El reyezuelo incuba en su abovedado nido de musgo.
Un tritón forcejea con una polilla blanca que
Se debate en el estanque. Los halcones graznan
Jugando bajo la cúpula
del cielo. Pasan lentas las horas.
Pienso en todos los que me han amado,
En todas las montañas he subido,
En todos los mares he nadado
El mal del mundo desaparece.
Mis pecados y mis problemas desaparecen
Como la culpa cristiana, y contemplo
Mis cuarenta veranos cayendo como caen
Las hojas y cae el agua manteniéndose
Para siempre en aire de verano.

Kenneth Rexroth de The signature of all things (1949)

THE SIGNATURE OF ALL THINGS

My head and shoulders, and my book
In the cool shade, and my body
Stretched bathing in the sun, I lie
Reading beside the waterfall —
Boehme’s “Signature of all Things.”
Through the deep July day the leaves
Of the laurel, all the colors
Of gold, spin down through the moving
Deep laurel shade all day. They float
On the mirrored sky and forest
For a while, and then, still slowly
Spinning, sink through the crystal deep
Of the pool to its leaf gold floor.
The saint saw the world as streaming
In the electrolysis of love.
I put him by and gaze through shade
Folded into shade of slender
Laurel trunks and leaves filled with sun.
The wren broods in her moss domed nest.
A newt struggles with a white moth
Drowning in the pool. The hawks scream,
Playing together on the ceiling
Of heaven. The long hours go by.
I think of those who have loved me,
Of all the mountains I have climbed,
Of all the seas I have swum in.
The evil of the world sinks.
My own sin and trouble fall away
Like Christian’s bundle, and I watch
My forty summers fall like falling
Leaves and falling water held
Eternally in summer air.

Kenneth Rexroth (Indiana 1905,California 1982)

Kenneth Rexroth lee un poema en recuerdo a Sacco y Vanzetti

viernes, 26 de noviembre de 2010

Elsa von Freytag Loringhoven

La baronesa dadá



Performer, poeta, pintora, escultora, modelo de artistas, transgresora de normas… Elsa Hildegard Plötz (1874-1927) llegó a Estados Unidos en 1910 y agitó el panorama neoyorquino con sus "free-street-performances" creadas a partir de los más variados objetos como hojas de periódico, cables, cucharas, jaulas, piezas de automóvil… casi siempre desechos urbanos y domésticos a los que sometía a un elaborado proceso de transformación hasta convertirlos sobre su cuerpo en una obra de arte.
Nacida en Swinemunde al lado del Báltico, -una región que actualmente pertenece a Polonia, pero que por aquel entonces formaba parte de Alemania- fue siempre una mujer de temperamento rebelde y transgresor. A los 18 años se escapó de casa y se fue a vivir a Berlín, ciudad donde frecuentó círculos de teatro bohemios, trabajando en los más diversos oficios, como bailarina de cabaret o posando de modelo para artistas.
En 1910 dejó atrás su ajetreada vida en Europa y viajó al nuevo mundo. En Nueva York comenzó a relacionarse con artistas como Duchamp, Man Ray o Djuna Barnes e inició su dedicación en cuerpo y alma al arte en todas sus formas. Elsa esculpía, escribía poesía vanguardista -en ocasiones ilustrada con dibujos-, era modelo de artistas o realizaba sus performances callejeras; lo que hoy llamaríamos una ‘artista multimedia’.
El nombre de baronesa Freytag-Loringhoven es un legado de su azarosa vida sentimental, -en concreto su matrimonio con el barón Leo von Freytag-Loringhoven- y el baronesa dadá de su vida artística, porque el dadaísmo fue para esta mujer algo más que un movimiento, fue un camino a la libertad.
En su libro La baronesa de Greenwich Village René Steinke narra la apasionada vida de esta artista, al tiempo que recrea la efervescencia del Berlín de principios del siglo XX o el Nueva York de las vanguardias. El sobrenombre de baronesa de Greenwich Village se debe a que en este barrio del lado oeste de Manhattan, famoso por ser la cuna de cultura artística y bohemia, esta mujer era una auténtica leyenda viva.
En el 1923 regresó a Europa, primero vivió en Berlín y, posteriormente, tras muchos avatares en París, ciudad donde falleció en circunstancias bastante confusas. La artista murió de asfixia por gas el 14 de diciembre de 1927. Según muchos de sus amigos como Djuna Barnes o Peggy Guggenheim fue un accidente, sin embargo, sus poemas y cartas de esta época a menudo mencionaban el suicidio.


Como muestra incluyo un poema

Lake——palegreen——shrouded——
skylake——clouded——shrouded——
yearning——blackblue——
sickness of heart——
pomgranate hue——
sickness of longing——
——! you !
In cloud——nay——ach——shroud——
nay——ach——shroud—— !
of——breast——
sickness of longing
gulps
pomegranate hue
from heart in chest——
palegreen lake in chest !
—— you !

La mayor parte de obra que se conserva son manuscritos con apuntes, dibujos, correspondencia y también fotografías. La Universidad del Maryland tiene una excelente colección de sus trabajos, clasificados por secciones, en su web que se pueden consultar los manuscritos, además de la biografía y mucha documentación sobre esta autora.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Ibn al-Farid y Dhafer Youssef

Oda al vino Ibn al Farid y Lamentus de Dhafer Youssef

El poeta místico sufi Ibn al Farid (El Cairo, 1181-1235) y Dhafer Youssef, laudista y vocalista tunecino

“En un instante eterno, el sutil alquimista transmuta en oro el pesado metal de los días, porque antes de que el mundo existiera viña, racimo o uva, ya nuestra alma estaba embriagada de vino inmortal.”; (Ibn al Farid)



Elogio del vino (Al-Jamriyya)

Hemos bebido a la memoria del Bienamado
Un vino que nos ha embriagado
Antes de la creación de la viña.
Nuestro vaso era la luna llena.
Él es un sol; un cuarto creciente lo
Hace circular. ¡Cuántas estrellas
Resplandecen cuando está mezclado!
Sin su perfume no hubiera
Hallado el camino de sus tabernas.
Sin su resplandor, la imaginación
No podría concebirlo.
De él, el tiempo ha conservado tan poco,
Que es como un secreto oculto
En el fondo de los corazones.
Si su nombre es citado en la tribu,
Este pueblo se embriaga sin deshonor
Y sin pecado.
Ha subido poco a poco del fondo
De las jarras y de él, en verdad,
Sólo queda el nombre.
Si un día de él se acuerda
Un hombre, la alegría se apodera de éste y la tristeza se desvanece.
La única visión del sello
Puesto sobre las jarras,
Basta para embriagar a los invitados.
Si regaran con un vino como éste la
Tierra de un sepulcro, el muerto reencontraría
Su alma y su cuerpo sería revivificado.
Extendido a la sombra del muro de su viña,
El enfermo agonizante recobra inmediatamente
Sus fuerzas.
Cerca de sus tabernas, el paralítico
Anda y los muros se ponen a hablar
Al recuerdo de su sabor.
Si las emanaciones de su perfume se
Exhalan en Oriente, un hombre privado
De olfato se vuelve desde Occidente
Capaz de percibirlas.
Aquel que sostiene la copa, la palma untada
De este vino, no se extraviará en la noche;
Sostiene un astro en la mano.
Un ciego de nacimiento que lo recibiera
En su corazón recobraría inmediatamente
La vista. El rumor de su filtro hace
Oír a los sordos.
Si una tropa de jinetes
Que se dirige hacia el terruño que lo
Ve nacer, alguien es mordido por una bestia
Venenosa, el veneno no le afectará.
Si el exorcista traza las letras de su
Nombre en la frente de un poseído, estos
Caracteres lo sanan.
Bordado en la bandera del ejército
Este nombre embriaga a todos los que
Andan bajo el estandarte.
Pule el carácter de los invitados
Y por él se conducen en la vía
De la razón los que no tienen
Entendimiento.
Aquel cuya mano no ha conocido
Nunca la espledidez se torna
Generoso y el que no tenía grandeza
De alma aprende a moderarse
Incluso en la cólera.
Si el más estúpido de los hombres
Pudiera besar la tapa de su aguamanil,
Llegaría a comprender el sentido de sus
Perfecciones.
Me dicen: «Descríbelo, tú que estás
Tan bien informado de sus cualidades».
Sí, en verdad, sé cómo describirlo.
Es una limpidez y no es agua,
Es una fluidez y no es aire,
Es una luz sin fuego y un espíritu sin cuerpo.
Su verbo ha preexistido eternamente
A todas las cosas existentes;
Cuando no había formas ni imágenes.
Por él subsisten aquí
Todas las cosas, pero lo velan
Con sabiduría a quien no comprende.
De él, mi espíritu se ha prendado de
Tal forma que se han mezclado
Los dos íntimamente; pero no es
Un cuerpo que ha entrado en otro cuerpo.
Vino y no viña: tengo a Adán por
Padre. Viña y no vino: su madre es
Mi madre.
La pureza de los vasos, en verdad,
Proviene de la pureza de las ideas;
Y las ideas, es él quien las hace crecer.
Se ha hecho una distinción; pero el todo
es uno; nuestros espíritus son el vino
Y nuestros cuerpos la viña.
Antes que él, no hay «antes»
Y después de él, no hay «después»;
El principio de los siglos ha sido
El sello de su existencia.
Antes que el tiempo fuese, ha estado
Bajo el lagar. El testamento de
Nuestro padre sólo ha venido después
De él; es como un huérfano.
Tales son las bellezas que inspiran
Para loarlo las prosas armoniosas
Y los versos cantarines.
El que aún no lo conoce
Se alegra de oírlo citar, como
El amante de Nou’m al oír el nombre
De Nou’m.
Ellos han dicho: «Has pecado bebiéndolo».
«No ciertamente, sólo he bebido
Lo que, privándome de ello, me hubiera
Hecho culpable».
¡Felices las gentes del monasterio!
¡Cuánto se han embriagado de este vino!
Y sin embargo no lo han bebido, pero
Han tenido la intención de beberlo.
Antes de mi pubertad he conocido su
Embriaguez; todavía estará en mí cuando
Mis huesos sean polvo.
Tómalo puro este vino; o no lo mezcles
Más que con la saliva del Bienamado;
Toda otra mezcla sería culpable.
Está a tu disposición en las tabernas;
Ve a tomarlo en todo su esplendor.
¡Qué bueno es beberlo al son de las
Músicas!
Ya que jamás, en ningún lugar, cohabita
Con la tristeza, como nunca cohabitan
Juntos las penas y los conciertos.
Si te embriagas de este vino, aunque
Sólo sea por una hora, el tiempo será
Tu dócil esclavo y tendrás el poder.
No ha vivido, aquí abajo, aquel que
Ha vivido sin embriaguez y éste
Carece de entendimiento si no ha
Muerto por su embriaguez.
Que llore sobre sí mismo, el que
Ha perdido su vida sin tomar de él su parte.

Ibn al-Farid

Cantus Lamentus de Dhafer Youssef



El tunecino Dhafer Youssef fusiona de forma natural la tradición sufí con el jazz.

viernes, 12 de noviembre de 2010

La luz atraviesa el equinoccio como Philippe Petit el World Trade Center




A 1350 pies por encima del asfalto de Manhattan
con una vara de nueve horas y cuarto
la luz
camina en el alambre como un funámbulo

(Man on wire - Light on wire)

En la boca del vértigo,
un espejo sin aliento
y un revoloteo de mariposas blancas como la escarcha.

A 1350 pies por encima del asfalto de Manhattan
entre las garras del águila y el ángel
rompe el mar en caracolas invisibles
mece el World Trade Center,
mece el hilo del Tiempo
y el funámbulo como la luz
atraviesa el tiempo de equinoccio
a tumba abierta.

Elena Soto


En 1974 el funámbulo Philippe Petit paseó cerca de una hora por un cable tendido entre la Torres gemelas de Nueva York. La película documental Man on Wire de James Marsh recuerda su hazaña

The light crosses the equinox as Philippe Petit the World Trade Center To 1350 feet over the asphalt of Manhattan
With a rod of nine hours and quarter
The light
It walks in the wire as a tightrope walker

(Man on wire - Light on wire)

In the mouth of the dizziness,
A mirror without breath
And a fluttering of white butterflies like the hoar-frost.

To 1350 feet over the asphalt of Manhattan
Between the claws of the eagle and the angel
It breaks the sea in invisible shells
It rocks the World Trade Center,
It rocks the thread of the Time
And the tightrope walker like the light
It crosses the time of equinox
To opened tomb.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El milagro geométrico de la luz en la Catedral de Palma

San Martín 11 del 11


En la Catedral de Palma se produce cada año un fenómeno de luz en dos fechas simbólicas: el 2 del II y el 11 del XI, coincidiendo con las festividades de la Candelaria y San Martín. Esta especie de 'milagro geométrico' consiste en que, aproximadamente entre las 8.30 y las 9.00 de la mañana de estos dos días la luz del sol naciente al atravesar el rosetón más grande –el que preside la Capella de la Trinitat (11.5 metros de diámetro)– se proyecta en la pared de enfrente, de manera que durante unos segundos se refleja debajo del otro –el del Portal Mayor–, formando un doble rosetón.
Además, en la Seu tiene lugar otro acontecimiento relacionado con la luz, sucede durante los días del solsticio de invierno (las fechas próximas a la Navidad). Se crea un cilindro de luz que cuando te alineas perfectamente con él puedes ver como el rosetón se ilumina desde fuera. Para contemplar este otro ‘milagro’ el lugar idóneo es el Baluard de Sant Pere.
La Societat Balear de Matemàtiques lleva algunos años explicando estos fenómenos de la luz.

martes, 9 de noviembre de 2010

Rómulo Bustos

Sacrificiales



Sufí

Como un perro que inútilmente
intenta morder su cola
giro en sentido inverso del movimiento
de los astros

para alcanzar mi sombra

Sólo ella
puede darme noticias
de mi luz

De la levedad

Érase un alma tan leve que cuando murió su cuerpo
era tal su levedad que pasó sin detenerse ante la Puerta del cielo

Al menos eso fue lo que creyó el Guardián de la Puerta

Y el Guardián de la Puerta alarmado
temiendo que fuera a dar al Abismo o Vórtice de la nada
le sugirió que, a modo de plomadas, dejara caer palabras pesadas
Y el alma leve dijo: cedro, argamasa, potala, escaparate

Pero siguió levitando

Y el Guardián de la Puerta le sugirió que probara con malas palabras
Y el alma leve dijo palabras crapulosas
que la censura celeste me impide repetir

Pero siguió levitando

Y el Guardián de la Puerta le sugirió que probara con palabras inmundas
Y el alma leve dijo palabras abyectas
que el asco me hace imposible repetir

Y finalmente el alma leve se perdió de vista
ante la mirada desolada del Guardián de la Puerta

El Guardián de la Puerta
que era en realidad Sir Isaac Newton en apariencia de Guardián de la Puerta
no lograría comprender que per saecula saeculorum nada sabría
sobre el libre vuelo o caída de las almas en el espacio angélico
ni mucho menos entender
que en eso consistía su propio y exclusivo círculo del infierno

Sacrificiales de Rómulo Bustos (Santa Catalina de Alejandría, 1954), editorial Veintisiete Letras.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Carlos Oroza



“La poesía no es una vocación ni una afición. Es una fatalidad que escoge a sus víctimas. No va a por cualquiera”
Carlos Oroza en el Xornal de Galicia


Carlos Oroza recita los poemas "América" y "Malú" en Redondela




América

Me he despertado en este trozo oscuro y estoy inmerso en esta oscuridad y es más inmensa aún la noche inmensa y casi muerta la noche arrastro con su voz tremando

Por eso cuando ibas por la carretera y te desviaste hacia el mar
y me contaste que habías visto salir de debajo de las aguas brazos. Brazos trepando Trepando hacia la arena
Comprendí que eran seres Miles de seres que el mar había rescatado. Miles de años de seres de América escapada

América estaba al Iado del mar tratando de subir por una inmensa
cuesta blanca arriba
De arena blanca hasta llegar al blanco fronterizo con la carretera

Era toda América crucificada a la orilla
Toda la América insalvada y fija.
Brazos saliendo del mar crucificados avanzando
brazos pájaros sin cabeza
Brazos voces sumisas en la orilla

Y Poe estaba americando
y Poe llevaba un bicho que había
salido por su boca
Y era Poe Poe Poe
Poe haciendo ruidos con el agua
Poe besando por el alma de la playa

Y toda aquella gente que venía suspendida por la carretera
No se daba cuenta de nada
porque no tenían la costumbre de mirar la oscuridad
Ni en sus ojos estaban habituados a la noche
Eran los ojos oriundos los ojos de una infinita estepa sedienta y soleada

Y fue horrible enfrentarse con "aquello"
Enfrentarse con la carretera y bajar al mar.




América estaba crucificada a la orilla.
Toda la América hundida.
La América errante y los brazos se alzaban Se alzaban y se hundían
se hundían y se alzaban
Se alzaban gateando hasta llegar al blanco fronterizo entre la
carretera y el mar
Era América crucificada América hundida que trataba de llegar
a la carretera.

Aquella noche en la playa cruzaste. Tocaste aquellas manos
y las manos se soliviantaron. Empezaron a levantarse y a rechazarte Empezaron a golpear en el mar a sublevar las olas
A devolver al aire al cielo al techo la lluvia que había secado
y tú has tocado Has dado con las manos en el aire
Has dado con las manos en el agua y estás golpeando Golpeando de nuevo en el agua

y Poe estaba americando. Y Poe llevaba un bicho que había salido
por su boca
Poe haciendo ruidos con el agua
Poe besando por el alma de la playa.

y América ya no recibía calor. América estaba crucificada y no había conseguido avanzar ni un milímetro tan solo.

Penetraste aún más. Llegaste al pie del agua te transformaste
y querías atraer las cosas. Atraerlas a la carretera y llevarlas a la noche
Inmensa y seca
y había miles y miles de kilómetros y ellos estaban estancados Estaban estampados por la espalda y por el pecho
Estaban estampados en la arena y contra el agua.

y Poe estaba americando. Y Poe llevaba un bicho que había salido por su boca.

y era Poe Poe Poe
Poe haciendo ruidos con el agua Poe besando por el alma de la playa.


y América estaba crucificada a la orilla
y no había conseguido avanzar ni un milímetro tan solo Desesperadamente de amaramer mi alma se multiplicaba
y se engendraba buscando canales para salvarse
y no podía ser. Tropezaba contra la carretera y no podía avanzar y volvía formando círculos a incrustarse en los dedos de América.

y Poe estaba americando. Y Poe llevaba un bicho que había
salido por su boca
y era Poe Poe Poe
Poe haciendo ruidos en el agua
Poe besando por el alma de la playa.


Carlos Oroza (Vivero, 1933). La poesía se sale del papel, las palabras abandonan las páginas a medida que son nombradas.
Entre sus títulos destacan Cabalum, (1980), En el norte hay un mar que es más alto que el cielo, La llama prestada (1998) y Un sentimiento ingrávido recorre el ambiente (2006)

martes, 2 de noviembre de 2010

Oda a un ruiseñor de John Keats



IV
¡Lejos, muy lejos! volaré hacia ti,
no en el carro de Baco y sus leopardos,
sino en las invisibles alas de la Poesía
aunque la mente torpe vacile y se demore;
¡ya estoy contigo! Suave es la noche
y tal vez en su trono aparezca la luna
rodeada de mágicas estrellas.
Pero aquí no hay luz,
salvo la que del cielo trae la brisa
Entre tinieblas de verdor y caminos de musgo tortuosos.

Fragmento de Oda a un ruiseñor de John Keats (31 de octubre de 1795, Londres,-23 de febrero de 1821, Roma)
«Aquí yace alguien cuyo nombre fue escrito en agua»

IV

Away! away! for I will fly to thee,
Not charioted by Bacchus and his pards,
But on the viewless wings of Poesy,
Though the dull brain perplexes and retards:
Already with thee! tender is the night,
And haply the Queen-Moon is on her throne,
Cluster’d around by all her starry Fays;
But here there is no light,
Save what from heaven is with the breezes blown
Through verdurous glooms and winding mossy ways.

John Keats

domingo, 24 de octubre de 2010

Mark Strand



Una mañana

La he llevado conmigo cada día: aquella mañana
en que saqué la barca de mi tío de la caleta oscura
con rumbo a Mother Island.
Pequeñas olas salpicaban el casco
y el crujido hueco del remo y el escálamo se alzaba
sobre bosques de pino negro encostrados de liquen.
Me deslicé como una estrella oscura, a la deriva sobre la otra
mitad hundida del mundo, hasta que, inducido por algo lejano,
miré por encima de la borda y vi. bajo la superficie
una estancia luminosa, una tumba iluminada, vi por primera vez
el único sitio claro que nos es dado cuando estamos solos.

Versión de Julián Jiménez Heffernan tomada de Letras Libres, espacio en el que se pueden leer más poemas de este autor.

Mark Strand leyendo Man and Camel



On the eve of my fortieth birthday
I sat on the porch having a smoke
when out of the blue a man and a camel
happened by. Neither uttered a sound
at first, but as they drifted up the street
and out of town the two of them began to sing.
Yet what they sang is still a mystery to me—
the words were indistinct and the tune
too ornamental to recall. Into the desert
they went and as they went their voices
rose as one above the sifting sound
of windblown sand. The wonder of their singing,
its elusive blend of man and camel, seemed
an ideal image for all uncommon couples.
Was this the night that I had waited for
so long? I wanted to believe it was,
but just as they were vanishing, the man
and camel ceased to sing, and galloped
back to town. They stood before my porch,
staring up at me with beady eyes, and said:
"You ruined it. You ruined it forever."

Mark Strand (Prince Edward Island, Canada, 1934)

jueves, 21 de octubre de 2010

Anne Sexton


Sólo una vez


Sólo una vez supe para qué servía la vida.
En Boston, de repente, lo entendí,
camine junto al río Charles,
observé las luces mimetizándose,
todas de neón, luces estroboscópicas, abriendo
sus bocas como cantantes de ópera;
conté las estrellas, mis pequeñas defensoras,
mis cicatrices de margarita, y comprendí que paseaba
mi amor
por la orilla verde noche y lloré
vaciando mi corazón hacia los coches del este y lloré
vaciando mi corazón hacía los coches del oeste y lleve
mi verdad sobre un pequeño puente encorvado
y apresuré mi verdad, su encanto, hacia casa
y atesoré estas constantes hasta el amanecer
sólo para descubrir que se habían ido.

Just Once

Just once I knew what life was for.
In Boston, quite suddenly, I understood;
walked there along the Charles River,
watched the lights copying themselves,
all neoned and strobe-hearted, opening
their mouths as wide as opera singers;
counted the stars, my little campaigners,
my scar daisies, and knew that I walked my love
on the night green side of it and cried
my heart to the eastbound cars and cried
my heart to the westbound cars and took
my truth across a small humped bridge
and hurried my truth, the charm of it, home
and hoarded these constants into morning
only to find them gone.

Anne Sexton (Anne Gray Harvey) (Massachusetts: 1928-Boston: 1974)
Poemas de amor. Traducción e introducción de Ben Clark. Linteo poesía




Wanting To Die

Since you ask, most days I cannot remember.
I walk in my clothing, unmarked by that voyage.
Then the most unnameable lust returns.

Even then I have nothing against life.
I know well the grass blades you mention
the furniture you have placed under the sun.

But suicides have a special language.
Like carpenters they want to know which tools.
They never ask why build.

Twice I have so simply declared myself
have possessed the enemy, eaten the enemy,
have taken on his craft, his magic.

In this way, heavy and thoughtful,
warmer than oil or water,
I have rested, drooling at the mouth-hole.

I did not think of my body at needle point.
Even the cornea and the leftover urine were gone.
Suicides have already betrayed the body.

Still-born, they don't always die,
but dazzled, they can't forget a drug so sweet
that even children would look on and smile.

To thrust all that life under your tongue! --
that, all by itself, becomes a passion.
Death's a sad bone; bruised, you'd say,

and yet she waits for me, year and year,
to so delicately undo an old would,
to empty my breath from its bad prison.

Balanced there, suicides sometimes meet,
raging at the fruit, a pumped-up moon,
leaving the bread they mistook for a kiss,

leaving the page of a book carelessly open,
something unsaid, the phone off the hook
and the love, whatever it was, an infection.


Deseando morir

Ahora que lo preguntas, la mayor parte de los días no puedo recordar.
Camino vestida, sin marcas de ese viaje.
Luego la casi innombrable lascivia regresa.

Ni siquiera entonces tengo nada contra la vida.
Conozco bien las hojas de hierba que mencionas,
los muebles que has puesto al sol.

Pero los suicidas poseen un lenguaje especial.
Al igual que carpinteros, quieren saber con qué herramientas.
Nunca preguntan por qué construir.

En dos ocasiones me he expresado con tanta sencillez,
he poseído al enemigo, comido al enemigo,
he aceptado su destreza, su magia.

De este modo, grave y pensativa,
más tibia que el aceite o el agua,
he descansado, babeando por el agujero de mi boca.

No se me ocurrió exponer mi cuerpo a la aguja.
Hasta la córnea y la orina sobrante se perdieron.
Los suicidas ya han traicionado el cuerpo.

Nacidos sin vida, no siempre mueren,
pero deslumbrados, no pueden olvidar una droga tan dulce
que hasta los niños mirarían con una sonrisa.

¡Empujar toda esa vida bajo tu lengua!
que, por sí misma, se convierte en pasión.
La muerte es un hueso triste, lleno de golpes, dirías,

y a pesar de todo ella me espera, año tras año,
para reparar delicadamente una vieja herida,
para liberar mi aliento de su dañina prisión.

Balanceándose allí, a veces se encuentran los suicidas,
rabiosos ante el fruto, una luna inflada,
Dejando el pan que confundieron con un beso

Dejando la página del libro abierto descuidadamente
Algo sin decir, el teléfono descolgado
Y el amor, cualquiera que haya sido, una infección.

El Asesino y Otros poemas. Icaria Editorial. Traducción de Jonio González y Jorge Ritter.

Peter Gabriel dedicó a Anne Sexton el tema "Mercy Street", que aparece en su álbum So (1986)

sábado, 16 de octubre de 2010

Mystery meat

En Explosió de Cati Bauçà

“.el Sapo no se ahoga
aunque baje hasta el fondo del río de las estrellas,
y la Liebre vive vida eterna
mordisqueando sus hierbas hechizadas.”
TU FU

Mystery meat
La carne misteriosa huele a la carne misteriosa
aunque ésta se oculte en la parte trasera de la casa
aunque se entierre con llaves de vigilia bajo un manto de musgo.
Los ojos de la cabra nunca engañarían a la cría ansiosa que busca el alimento,
ni podría desdecirse la tormenta de haber sido tormenta.
Así es la ley atroz de las espigas
que entregan su fruto
a bocas que nunca han bendecido el grano.
Así es la ley tibia de las madrigueras
que cobijan en silencio los corazones agazapados de cachorros
alumbrados de la carne misteriosa,
por la carne misteriosa.
Un lecho de palabras,
un curso casi fluvial de coincidencias,
una gestación que ignora los tiempos del odio.
Es la ley sagrada de la carne
que no sabe de senderos trazados
y se adentra arrastrándose
atajando ciega los desfiladeros misteriosos
entre hoces y vértebras.
Es la ley.
En vano espera la paloma a que el cuervo le responda a los arrullos,
en vano aguarda el surco a que lo siembren
pero sucede a veces el absurdo
y el cuervo gorjea a la paloma y la cubre con sus alas,
y la carne se entierra, se pudre y resucita.
Y la ley pare seres que huelen a tierra, a cuervo y a paloma.
Se amantan de ubres que no ves
de alimento amasado en días de tormenta.
Es la ley.
Luz ázima que alimenta el éxodo,
trémula y amarga como el pábilo que anuncia tiempos oscuros
y señala con penumbras la morada de la carne.

Recuerda piel la carne misteriosa
acre y oscura como hojas de tejo.

Elena Soto del libro Métricas del alma. Editorial Torremozas

miércoles, 13 de octubre de 2010

Billy Collins

Diseño



Derramo una capa de sal sobre la mesa
y trazo un círculo con mi dedo.
Este es el ciclo de la vida
le digo a nadie.
Esta es la rueda de la fortuna,
el Círculo Ártico.
Este es el anillo de Kerry
y la rosa blanca de Tralee
les digo a los fantasmas de mi familia,
los padres muertos,
la tía que se ahogó,
mis hermanos y hermanas venideros,
mis hijos por venir.
Este es el sol con sus rayos relucientes
y la luna amarga.
Este es el círculo absoluto de la geometría
le digo a la hendidura en la pared,
a los pájaros que cruzan la ventana.
Esta es la rueda que acabo de inventar
para rodar por el resto de mi vida
y lo digo
tocando mi lengua con el dedo.


Design

I pour a coating of salt on the table
and make a circle in it with my finger.
This is the cycle of life
I say to no one.
This is the wheel of fortune,
the Arctic Circle.
This is the ring of Kerry
and the white rose of Tralee
I say to the ghosts of my family,
the dead fathers,
the aunt who drowned,
my unborn brothers and sisters,
my unborn children.
This is the sun with its glittering spokes
and the bitter moon.
This is the absolute circle of geometry
I say to the crack in the wall,
to the birds who cross the window.
This is the wheel I just invented
to roll through the rest of my life
I say
touching my finger to my tongue.

Taducción de Miguel Ángel Zapata

Billy Collins (Nueva York en 1941)

martes, 5 de octubre de 2010

Michael Hartnett



Iglesia rural

El valle los lleva
como la suciedad de los bolsillos en domingo,
a la llanura, a los fértiles prados –
esta gente, cauta y feliz,
reunida como un grupo de baile
junto al muro de la antigua iglesia:
codos amigos, manos amigas,
el adversario evitando al enemigo
en la enloquecida danza sin fin.
caballos solitarios aquí y allá
atados y dormidos –
coches agazapados junto
al arbusto, al seto, al establo
y la burla verde de los árboles
que una vez vieron a Ícaro quemado.
Esta congregación es un caballo solitario
perdida en esta época
tan torpe como un hombre
que baila
con una monja
el día de la boda.


The Country chapel

The glen sweeps them out
like pocket dross each Sunday,
to the plain, to the fat meadows –
this people, sly and happy,
gathered like a set-dance team
by the wall of the old chapel:
friendly elbows, friendly hands,
foe avoiding enemy
in the daft eternal dance.
Lonesome horses here and there
tethered and asleep –
motorcars ahide
by bush by hedge by shed
and green sneers from the trees
that once saw Icarus lamed.
This congregation is a lonely horse
straying in this age
as awkward as a man
dancing with a nun
on a wedding day.

Del poemario A Necklace of Wrens (Un collar de reyezuelos)
Michael Hartnett (Irlanda,1941-1999)




Aquel beso de actor

Besé a mi padre que yacía en la cama
en la sala. Las enfermeras caminaban con suelas de sueño
y los viejos discutían con ellas todo el día.
Siete décadas encerradas en su cabeza
congeladas se iban fundiendo a mares,
el pintor había perdido por completo todo el sentido, excepto su vejez.
Aquel beso de actor llegó muy hondo
devolviéndome ecos que había amado-
‘Fue 29’ ‘fue 41’ ‘84’,
todo en sus ojos caleidoscópicos
(Quería para mí su amargura y su sed,
su manera fría de cerrar una puerta).
Más tarde, después de un trago, cai en la cuenta de
que era nuestro último beso y, por desgracia, el primero.


That Actor Kiss

I kissed my father as he lay in bed
in the ward. Nurses walked on soles of sleep
and old men argued with themselves all day.
The seven decades locked inside his head
congealed into a timeless leaking heap,
the painter lost his sense of all but grey.
That actor kiss fell down a shaft too deep
to send back echoes that I would have prized—
‘29 was’ 41 was ‘84,
all one in his kaleidoscopic eyes
(he willed to me his bitterness and thirst,
his cold ability to close a door).
Later, over a drink, I realised
that was our last kiss and, alas, our first.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Raúl Zurita

El Ascenso Del Pacífico



Se encumbró entonces el océano
y nuestras pupilas miraban el portento
sin todavía creerlo
Escuchamos de nuevo las rompientes, las
infinidades de islas
subiendo igual que estrellas sobre el cielo
Allí está el Pacífico hombre, allí, encima,
de nuestras cabezas
y no lo crees y tus ojos lloran
y no puedes entenderlo y tus ojos lloran
todos los que amamos son el mar

Todo lo que amamos es el mar
América es un mar con otro nombre


Diálogo De Chile

Verás un mar de piedras
Verás margaritas en el mar
Verás un Dios de hambre
Verás el hambre
Verás figuras como flores
Verás un desierto
Verás el mar en el desierto
Verás tu odio
Verás un país de sed
Verás acantilados de agua
Verás nombres en fuga
Verás la sed
Verás amores en fuga
Verás el poco amor
Verás flores como piedras
Verás sus ojos en fuga
Verás cumbres
Verás margaritas en las cumbres
Verás un día blanco
Verás que se va
Verás no ver
Y llorarás


Raúl Zurita (Santiago,Chile;1950),

Poemario Anteparaíso y El amor de Chile en Memoria chilena

viernes, 24 de septiembre de 2010

W.H. AUDEN




En Memoria de W. B. Yeats

Desapareció al final del invierno:
los arroyos estaban helados y los aeropuertos casi vacíos;
la nieve desdibujaba las estatuas públicas
y el mercurio se hundía en la boca del día moribundo.
Los datos de que disponemos coinciden
en que el día de su muerte fue oscuro y frío.

Lejos de su enfermedad
los lobos rondaban los bosques siempre verdes,
los ríos campestres no se dejaron seducir por los muelles elegantes
y las lenguas de luto
ocultaron la muerte del poeta a sus poemas.

Pero para él fue su última tarde como él mismo,
una tarde de enfermeras y rumores;
las provincias de su cuerpo se revelaron,
las plazas de su mente se quedaron vacías,
el silencio invadió los suburbios,
sus sentimientos se detuvieron, él se convirtió en sus admiradores.

Ahora está disperso en un centenar de ciudades,
condenado al afecto de desconocidos,
a encontrar la felicidad en otro tipo de bosques,
a ser juzgado por un código de conciencia extranjero.
Las palabras de un hombre que ha muerto
se alteran en la conciencia de los vivos.

Pero en la importancia y el ruido de mañana,
cuando los corredores gritan como animales en la Bolsa
y los pobres siguen con el sufrimiento al que ya están acostumbrados
y cada cual, en su agujero, está casi convencido de su libertad,
unos pocos miles pensarán en el día de hoy
como en un día en que se hizo algo excepcional.

Los datos de que disponemos coinciden
en que el día de su muerte fue oscuro y frío.

In Memory of W. B. Yeats




W. H. Auden (Wynstan Hugh Auden), británico nacionalizado estadounidense, nació en York, 1907, y murió en Viena en 1973.

Entrevista realizada al poeta por Michael Newman

martes, 21 de septiembre de 2010

Milonga del ángel de Astor Piazzolla

El ángel de Piazzolla me ha rozado la punta de los dedos



El ángel de la milonga
me ha rozado la punta de los dedos
y las yemas
se han abierto al tacto
como flores.
Puedo sentir caer la oscuridad sobre la seda
y a la luz
desgranar el maíz.
El azul marengo del sombrero
me humedece la cara
como esa lluvia fina y tenaz que llaman calabobos.






Mural en Berisso (La Plata) de Susana Velasco y Cristian del Vitto.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Las rosas de Ramón María del Valle-Inclán

Rosa gnóstica, Rosa de Zoroastro, Rosa métrica, Rosa del reloj, Rosa de Saulo, Rosa de Job, Rosa hiperbólica, Rosa del caminante, Rosa del Paraíso..., todas en el poemario El Pasajero (1920) y La Rosa de sanatorio de La Pipa de Kif (1919).




Rosa del reloj

Es la hora de los enigmas,
cuando la tarde del verano,
de las nubes mandó un milano
sobre las palomas benignas.
¡Es la hora de los enigmas!

Es la hora de la paloma:
sigue los vuelos la mirada
de una niña. Tarde rosada,
musical y divina coma.
¡Es la hora de la paloma!

Es la hora de la culebra:
el diablo se arranca una cana,
cae del árbol la manzana
y el cristal de un sueño se quiebra.
¡Es la hora de la culebra!

Es la hora de la gallina:
el cementerio tiene luces,
se santiguan ante las cruces
las beatas, el viento agorina.
¡Es la hora de la gallina!

Es la hora de la doncella:
lágrimas, cartas y cantares,
el aire pleno de azahares,
la tarde azul, solo una estrella.
¡Es la hora de la doncella!

Es la hora de la lechuza:
descifra escrituras el viejo,
se quiebra de pronto el espejo,
sale la vieja con la alcuza.
¡Es la hora de la lechuza!

Es la hora de la raposa:
ronda la calle una vihuela,
porta la vieja a la mozuela
un anillo con una rosa.
¡Es la hora de la raposa!

Es la hora del alma en pena:
una bruja en la encrucijada,
con la oración excomulgada
le pide al muerto su cadena.
¡Es la hora del alma en pena!

Es la hora del lubricán:
acecha el mochuelo en el pino,
el bandolero en el camino,
y en el prostíbulo Satán.
¡Es la hora del lubrican!


Rosa Gnóstica

Nada será que no haya sido antes.
Nada será para no ser mañana.
Eternidad son todos los instantes,
Que mide el grano que el reloj desgrana.

Eternidad la gracia de la rosa,
y la alondra primera que abre el día,
Y la oruga, y su flor la mariposa.
¡Eterna en culpa la conciencia mía!"

Al borde del camino, recostado
como gusano que germina en lodo,
siento la negra angustia del pecado,
Como la divina aspiración al Todo.

El gnóstico misterio está presente
en el quieto volar de la paloma,
y el pecado del mundo, en la serpiente
que muerde el pie del ángel que la doma.

Sobre la eterna noche del pasado
Se abre la eterna noche del mañana.
¡Cada hora, una larva del pecado!
¡Y el símbolo, la sierpe y la manzana!.

Guarda el Tiempo el enigma de las Formas,
como un dragón sobre los mundos vela,
y el Todo y la Unidad, supremas normas,
tejen el Infinito de su estela.

Nada apaga el hervor de los crisoles,
en su fondo sellada está la eterna
idea de Platón. Lejanos soles
un día encenderán nuestra caverna.

Mientras hilan las parcas mi mortaja,
una cruz de ceniza hago en la frente;
el tiempo es la carcoma que trabaja
por Satanás. ¡Y Dios es el Presente!.

¡Todo es Eternidad! ¡Todo fue antes!
¡Y todo lo que es hoy será después,
en el Instante que abre los instantes,
y el hoyo de la muerte a nuestros pies!

Del libro El Pasajero




Rosa de sanatorio

Bajo la sensación del cloroformo
me hacen temblar con alarido interno,
la luz de acuario de un jardín moderno.
y el amarillo olor del yodoformo.

Cubista, futurista y estridente,
por el caos febril de la modorra
vuela la sensación, que al fin se borra,
verde mosca, zumbándome en la frente.

Pasa mis nervios, con gozoso frío,
el arco de lunático violín;
de un si bemol el transparente pío

tiembla en la luz acuaria del jardín,
y va mi barca por el ancho río
que divide un confín de otro confín.

De La Pipa de Kif



Poema en audio: Rosa de Job de Ramón del Valle Inclán por Ramón del Valle Inclán



Ramón del Valle-Inclán (Villanueva de Arosa 1866, Santiago de Compostela 1936)

jueves, 16 de septiembre de 2010

Tres poemas de Laura Yasan





Genealógica

las hijas del nuevo mundo
son blancas como las luces de los shoppings
pálidas como los panes de mc donald's
translúcidas lágrimas finales de best sellers

las madres huérfanas de las hijas del nuevo mundo
fuimos oscuras habitantes de hotel
tuvimos negras maneras de mirar
queríamos la vida en símbolos extraños
películas de bergman

las paridoras frígidas de las madres huérfanas de las hijas del nuevo mundo
querían una historia sumergida en channel
casarse vírgenes con una réplica de cary grant
tener muñecas rubias de mejillas rosadas
mascadoras de chicle leyendo mujercitas

las hijas huérfanas de las madres frígidas del viejo mundo
queríamos las curvas mullidas de la marylin
y el aspecto latino de una amante del che

pero ellas
las nietas de la decadencia
las hijas del imperio del nuevo mundo
sólo desean ser
delgadas como un tallo
livianas como el ala de una mariposa
anhelan despertar
con los dedos más largos cada día
para hundirlos hasta el fin de sus amígdalas
y vomitar sin voluntad
lo que resta del siglo.

Del poemario Cotillón para desesperados. Editorial La Bohemia, Buenos Aires (2001)



Crimen semántico

detener en el aire
la taza
del desayuno
y con cierta solemnidad
cierta lujuria
llamar la atención
del núcleo familiar
para decir

quiero matar a alguien
y hacer collares con sus tripas


esperar la reacción
y después
libre de tal peso semántico
terminar el café
o comenzar un día diferente

De Doble de Alma. Editorial Libros de Tierra firme (1995)


Visita guiada

es una falla que confronta
el deseo de ir y un lugar que no existe

yo vivo ahí

es un renglón que nunca se interrumpe
y el carro de una remington cuando encuentra su tope
soy la velocidad y el punto muerto
la aguja del electro rayando en el papel un coma cuatro

yo vivo ahí

siempre tengo albañiles reparando
el desgaste brutal de la fricción
un desfile de obreros articulando andamios
todo el día sudando sobre el techo
mezclando cal y arena con sus brazos tatuados
con su lenguaje sucio

yo vivo ahí

soy una obra en construcción que se derrumba
[en forma permanente
un defecto sutil de nacimiento
la vida como un thriller
una montaña rusa
mejor no me visites
entrás en esa puerta giratoria y no hay como salir

yo vivo ahí

dicen que el arquitecto era un tipo elegante

De Tracción a sangre. Editorial La Bohemia (2004)

Laura Yasan, Buenos Aires, 1960.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Un poema de Gloria Bosch



Sin título

Nanas soñadas

arrullando las noches,

proyectan ausencias

despiertan silencios

Laten con fuerza golondrinas

bajo un cielo cubierto de otoño,

volando hacia un sur imaginario,

donde anidan locos y genios

Niño triste ríe alto, ríe fuerte,

agita el magma dulce

en el fondo de los hombres,

rompe los posos del tiempo

con la furia de tus risas

para que prendan fuegos a tu paso,

y el amor te sorprenda jugando

Así te reconoceré y así me sentirás,

refugiada en tu mirada

entre las risas y las sombras

Gloria Bosch es autora del libro de relatos Besos para las ranas, publicado en Calima Ediciones

viernes, 10 de septiembre de 2010

Emily Dickinson Poema 128


Tráeme el atardecer en una copa

Poema 128



Tráeme el atardecer en una copa,
cuenta los frascos de la mañana
y dime cuánto rocío hay;
y dime hasta dónde se movió la mañana,
dime a qué hora duerme el tejedor-
que urdió la amplitud del azul.

Ponme por escrito cuántas notas componen
el nuevo éxtasis del petirrojo
entre las asombradas ramas-
cuántos viajes emprende la tortuga-
cuántas copas comparten las abejas,
libertinas del rocío.

Y también, quién alzó los pilares del arco iris,
y quién conduce las dóciles esferas
con cuerdas de azul flexible.
¿Qué dedos sujetan las estalactitas -
quién lleva cuenta de la plata de la noche,
para saber si alguien está en deuda?.

¿Quién construyó esta cabaña
y cerró sus ventanas de tal modo
que mi espíritu no es capaz de ver?
¿Quién me permitirá salir, algún día de fiesta,
breve pompa,
con aparejos de vuelo?.

Emily Dickinson (1830–86). Nature



Bring Me The Sunset In A Cup
poem 128


Bring me the sunset in a cup,
Reckon the morning’s flagons up
And say how many Dew,
Tell me how far the morning leaps
Tell me what time the weaver sleeps
Who spun the breadth of blue!

Write me how many notes there be
In the new Robin’s ecstasy
Among astonished boughs
How many trips the Tortoise makes
How many cups the Bee partakes,
The Debauchee of Dews!

Also, who laid the Rainbow’s piers,
Also, who leads the docile spheres
By withes of supple blue?
Whose fingers string the stalactite
Who counts the wampum of the night
To see that none is due?

Who built this little Alban House
And shut the windows down so close
My spirit cannot see?
Who’ll let me out some gala day
With implements to fly away,
Passing Pomposity?


Emily Dickinson (Amherst, Massachusets, 1830-1886)