/ El establo de Pegaso: Dolores Etchecopar

jueves, 2 de abril de 2009

Dolores Etchecopar




Documental

los guardianes tienen risas de látigo en la oscuridad
así iba a comenzar la historia
no era yo sino el rocío de los muertos
ellos movían lentamente las alas de mi sangre
así iba a comenzar la historia
un hombre buscaba su vivienda
en el temblor de un año de sed
así iba a comenzar la historia
cuando el esqueleto de la prostituta
era más anciano que la luna
y se balanceaba al son de la melodía
rumba rock rezo sonidos que gatean
gotean una luz para tu cuerpo
así iba a comenzar la historia
tres millones de muertos
y un pequeño pez rojo en el océano Pacífico
¿qué opina Usted de los muertos
y del nuevo régimen de los muertos?
¿qué opina Usted de la acupuntura
para llegar al fondo del dolor
sin maltratar su piel?
acuérdese del alarido en la caverna
donde fueron hallados los restos
de manos tan jóvenes para pedir socorro
¿a qué edad supo Usted que había muerto
y qué consejo daría Usted a los que empiezan
y qué ruidos salvajes nos traería
en este Gran Día?
así iba a comenzar la historia
yo era un hombre apenas informado
por el toro que orina un lucero
en medio de la infancia
así iba a comenzar la historia
y abrí la jaula de las palabras
y me puse los silencios del mar
así iba a comenzar la historia
pero no había nadie alrededor del silencio
niños que caminaban como la luz caían
mientras bajábamos por el lado desconocido del cerro
así iba a comenzar la historia
yo era la que perdió la razón
cuando le dieron los nombres de las cosas
así iba a comenzar la historia.

Dolores Etchecopar del libro “Notas Salvajes” (ed. Argonauta), en 1989.
Fuente Adamar

La ventana

en mi casa algo grave le sucedía al silencio. nadie
se miraba y había hielo en un ojo y un jardín aterrado era el otro/
en la oscuridad nevaba y los pasos de mi padre eran rápidos llegaban/
en un día a todas mis edades y rompían una ventana hasta que/
entraba esa luz en mi oído esa luz que quieren los árboles para tocar /
el día más allá de sus ramas más allá de sus frutos heridos por el /
hielo yo quería tocar la mañana de esa ciudad que se iba en los trenes/

La infancia del procedimiento

2 comentarios:

Anónimo dijo...

N.M.

Anónimo dijo...

dolores
tu poesía
llega hasta lo más
hondo del grito
y del silencio
gracias
alba estrella gutiérrez