El poeta colombiano William Agudelo lee un texto sobre cómo percibe el jazz de Charlie Parker, en el Festival Internacional de Poesía de Medellín, junio de 2001, que convoca la revista de poesía Prometeo.
Las manos de Charlie como tarántulas
tejiéndole en la guitarra la trama a su mujer
que —zapatos transparentes de alto tacón— dale
con los vibrattos y voces rajadas mientras
el negro abrazado al contrabajo como a
una negra haciéndole ton ton con el dedo
blanquea los ojos saca la lengua como un
ahorcado rechina los dientes secretea
obscenidades tierno lijar de la escobilla
manos sobre parches murciélagos aleteantes
el cara-de-mono sobre su corcel de nogal
y cromo y de pronto la locura pedazos
de bronce cueros desgarrados el dios
y sus ocho brazos empalillados los pies
en los pedales con furia leviatánica
revoloteándolo el estómago nos tiembla
como ijares de potro asustado y Charlie
dale con las progresiones raras como los peces
de las fosas marinas un queso kraft
la calva a la luz del coliseo el negro
que se agacha sudando hasta las notas agudas
y da un salto ansioso y seguro agarrando
las graves junto a los clavijones obsesionado
en el repetir variado hasta que Charlie mete
cuñas de acordes entre ton y son y vuelven
los palillos con su ratratarata matemáticamente
atropellado mientras la muchacha de al lado ruidosa
suspira y se ajusta la cinta de su brazo qué carajo
«...si tiene que preguntarlo nunca lo va a saber.»
William Agudelo nació en Bolombolo, Antioquia, Colombia, en 1943. Su diario Nuestro lecho es de flores, fue publicado en 1970 y pronto fue conocido internacionalmente y traducido al alemán y al inglés. Funda junto con Ernesto Cardenal la Comunidad de Ntra. Sra. de Solentiname en Nicaragua. (1966)
william, agudelo
william, agudelo
martes, 15 de julio de 2008
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