/ El establo de Pegaso: Rómulo Bustos

martes, 9 de noviembre de 2010

Rómulo Bustos

Sacrificiales



Sufí

Como un perro que inútilmente
intenta morder su cola
giro en sentido inverso del movimiento
de los astros

para alcanzar mi sombra

Sólo ella
puede darme noticias
de mi luz

De la levedad

Érase un alma tan leve que cuando murió su cuerpo
era tal su levedad que pasó sin detenerse ante la Puerta del cielo

Al menos eso fue lo que creyó el Guardián de la Puerta

Y el Guardián de la Puerta alarmado
temiendo que fuera a dar al Abismo o Vórtice de la nada
le sugirió que, a modo de plomadas, dejara caer palabras pesadas
Y el alma leve dijo: cedro, argamasa, potala, escaparate

Pero siguió levitando

Y el Guardián de la Puerta le sugirió que probara con malas palabras
Y el alma leve dijo palabras crapulosas
que la censura celeste me impide repetir

Pero siguió levitando

Y el Guardián de la Puerta le sugirió que probara con palabras inmundas
Y el alma leve dijo palabras abyectas
que el asco me hace imposible repetir

Y finalmente el alma leve se perdió de vista
ante la mirada desolada del Guardián de la Puerta

El Guardián de la Puerta
que era en realidad Sir Isaac Newton en apariencia de Guardián de la Puerta
no lograría comprender que per saecula saeculorum nada sabría
sobre el libre vuelo o caída de las almas en el espacio angélico
ni mucho menos entender
que en eso consistía su propio y exclusivo círculo del infierno

Sacrificiales de Rómulo Bustos (Santa Catalina de Alejandría, 1954), editorial Veintisiete Letras.

2 comentarios:

Luz dijo...

Hola Elena! Maravilloso poema!!:para quedarse capturados por él. Y que maravilla descubrir un nuevo poeta. Saludos!!

Establo Pegaso dijo...

A mi también me encantó. La idea es que la buena poesía comience a ser visible.
Un abrazo