martes, 24 de febrero de 2009
Imprecación
Te miré mal y usé contigo malas artes.
Escribí tu nombre en hojas de sicomoro
y deseé que al instante se secaran,
para que cada vez que alguien pronunciara tu nombre
el aliento se escapara de tu alma,
lento, piano piano, poco a poco.
Te maldije y te maldije mal,
imprequé también a tu sombra
para que nunca encontrara acomodo con tu cuerpo
y así errante, vagabunda y fugitiva
huyera de la luz.
Usé contigo malas artes
grabando también tu nombre en el tronco del árbol,
para que sus ramas acogieran tu sombra confundida
y su madera fuera el lecho de tu última morada.
Este poema forma parte de un proyecto de poesía sobre la palabra como conjuro, predicción, encantamiento y ...
Etiquetas:
Elena Soto poema
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
bonito poema.
¿Es tuyo o una traducción libre de algún texto egipcio?
Pues en principio es mío, a no ser que sin ser consciente me poseyera el espíritu de la momia de un escriba. ¡Pasan cosas tan raras! Ahora me lo imagino abriendo el sarcófago y atormentandome con los derechos de autor. Si es de la SGAE me busco la ruina.
Publicar un comentario