sábado, 24 de diciembre de 2011
Carl Sandburg
New Hampshire otra vez
Recuerdo las oscuras aguas de invierno,
recuerdo esbeltos abedules blancos,
recuerdo soñolientas colinas al atardecer,
recuerdo haber atravesado en tren a todo lo largo de New Hampshire.
Recuerdo una estación llamada “Halción”, y a un guardafrenos
gritando a los pasajeros “Halción, Halción”.
Recuerdo haber oído decir a los buscadores de oro que
apenas sacaban para hacer un anillo de bodas.
Recuerdo a un muchacho diciéndome: que su padre
recibía cartas con sólo la dirección “Robert Frost, NewHampshire”.
Recuerdo un antiguo refrán irlandés: “Tendrá cara
de violín y el que lo vea lo amará”.
”Tengo un recuerdo, dos recuerdos, diez recuerdos; tengo
un pequeño envoltorio de recuerdos en un pañuelo.
Una estrella que sale pronto en la tarde sobre una cuna de luna
un río oscuro salpicado de estrellas tardias.
Los faros de un automóvil como un embudo de luz subiendo una colina,
un tiro de caballos arrastrando un trineo cargado de leña,
un niño con esquís incorporándose tras la caída.
Recuerdo vueltas y más vueltas, atravesando en tren
Por los caminos de New Hampshire: Guardo un pequeño envoltorio lleno de recuerdos.
New Hampshire again
I remember black winter waters,
I remember thin white birches,
I remember sleepy twilight hills,
I remember riding across New Hampshire lengthways.
I remember a station named “Halcyon,
” a brakeman calling to passengers “Halcyon‼ Halcyon‼”
I rermember having heard the gold diggers dig out only enough for wedding rings.
I remember a stateley child telling me her father gets letters adressed “Robert Frost, New Hampshire.”
I remember an old Irish saying, "His face is like a fiddle and every one who sees him must love him."
I have one remember, two remembers, ten remembers; I Have a little handkercheif bundle of remembers.
One early evening star just over a cradle moon,
One dark river with a spatter of later stars caught,
One funnel of a motorcar head-light up a hill,
One team of horses hauling a bobsledload of wood,
One boy on skis picking himself up after a tumble―
I remember one and a one and a one riding across New Hampshire lengthways: I have a little handkercheif bundle of remembers.
Bilbea
(De una tablilla babilónica)
Bilbea, estuve en Babilonia la noche del sábado.
No te vi por ningún lugar.
Estuve en el sitio de siempre y estaban las otras chicas, pero no Bilbea.
¿Te has ido a otra casa? ¿O a otra ciudad?
¿Por qué no escribes?
Lo siento. Volví apesadumbrado.
Dime cómo te va.
Mándame alguna carta.
Y cuídate.
BILBEA
I was in Babylon on Saturday night.
I saw nothing of you anywhere.
I was at the old place and the other girls were there, but no Bilbea.
Have you gone to another house? or city?
Why don’t you write?
I was sorry. I walked home half-sick.
Tell me how it goes.
Send me some kind of a letter.
And take care of yourself.
SOUTHERN PACIFIC
Huntington duerme en una casa de seis pies de largo.
Huntington sueña con ferrocarriles que él construyó y poseyó.
Huntington sueña con diez mil hombre que dicen: Sí,señor.
Blithery duerme en una casa de seis pies de largo.
Blithery sueña con railes que él colocó.
Blithery sueña que dice a Huntington: Sí, señor.
Huntington,
Blithery, duermen en casas de seis pies de largo.
HUNTINGTON sleeps in a house six feet long.
Huntington dreams of railroads he built and owned.
Huntington dreams of ten thousand men saying: Yes, sir.
Blithery sleeps in a house six feet long.
Blithery dreams of rails and ties he laid.
Blithery dreams of saying to Huntington: Yes, sir.
Huntington,
Blithery, sleep in houses six feet long.
Carl Sandburg (1878 -1967) The Complete Poems
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Carl Sandburg
martes, 13 de diciembre de 2011
Julio Huasi
humanería
el hombre es una estrella orgánica formada
por siete décimas partes de agua (impía);
el resto es un sólido furor, un fuego obseso
que lo incinera tenuemente en la olla mundial,
sus cinco puntas crepitan apasionadas.
Mi conmoribundo es una burbuja crucial, un gas equívoco,
una ebullición que rota sin aliento
y es muy riesgoso calentarse en demasía,
uno exhala un humito y se evapora.
Seres tan líquidos unos beben a los otros
y éstos perdidas por perdidos, en el último
suspiro de su deshidratación bramando
escupen llamas, arman un gran hervor final
para abolir la succión del hombre por el hombre.
Del poemario “Sangral América”
la pieza
apenas quepo, me estrello conmigo a cada rato,
mis fantasmas no pueden hacer uso de rincones
ni botellas, estamos todo el día frente a frente,
un día sacamos la navaja y habrá sangre.
Tu recuerdo de fuego, tu inolvidable aroma
tengo que llevarlo en las costillas, no hay otro lugar
y cuando entre el sol –de canto- yo me voy,
me descuelgo, no cabemos los dos juntos.
cosmópolis
conversó largamente con epicuro antes de saltar de su caballo
y ponerse en la boca aquel smith and wesson 44 imitación
con el que se trabucara los soles y estrellerías de chile
para beberse toda la muerte de un solo trago
y seguir rugiendo por sus cráteres, remezón de bardos cíclopes.
a
miguel ángel bustos
augusto carmona
haroldo conti
roque dalton
víctor jara
augusto olivares
mauricio rosencof
roberto santoro
francisco urondo
rodolfo walsh
y todos, todos
los hermanos,
donde estén
tu frío es más antiguo que los pobres
y tus vientos, darling, penetran por mis tajos,
me terminan de esparcir por tu nochumbre
blue cual un largo asesinato sin aullidos, muy love.
huyo de tus bayonetas goteantes, ranger mía,
me arrastro por el túnel de mis huesos
que ya no tienen sitio para mí, yo que
les di de comer, preciosa, antes del holocausto.
tiritan las uñas, las torres y las calaveras
resuenan sus dentaduras resecas
que dios olvidó desconectar, salgamos
a bailar, baby, es nuestra pieza preferida.
y están vacíos tus bares y colmadas tus plazas, dolly,
humanerías carneadas flamean en tus faroles
una luz rosada sobre tu rocío que cae en
panes tibios, fragantes aún a harina de cadáveres,
my sweet, déme un beso reina, mejilla a mejilla
sigamos el swing, la música suave de los tanques
que laminan a tus niños prófugos contra el dulce asfalto,
dancemos al compás de los disparos, cariño, y las
sirenas sicodélicas de tu Cacería Strip,
de pie, muertitos, es el himno nacional.
piedad, piedad, por qué me has abandonado.
De su libro “Asesinaciones”
Julio Ciesler, conocido como Julio Huasi (1935-1987)
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Julio Huasi
domingo, 4 de diciembre de 2011
Icebergs de Louis MacNeice
Icebergs
Si los icebergs fueran cálidos bajo el agua
no nos causarían tanto dolor sus bordes ásperos;
Acunados arriba y abajo por el oleaje
podrían indicar que todo iba bien.
Pero los icebergs son fríos en el agua oscura,
su base fría como el blanco de su cima,
y los que bucean para comprobarlo
no encuentran señales que indiquen lo contrario.
No hay palabras bajo el agua,
ni tampoco frases, ni mucho menos
Sentencias -excepto la
que dice que la vida se ha acabado.
Y que lo que tenías de ella tan sólo era
una novena o décima parte; el resto es solo
desdén para los que se atrevieron a creer
que los icebergs eran cálidos bajo el agua.
Icebergs
If icebergs were warm below the water
One would not wince at their jagged tops;
Lifting and dipping on the swell
They still might signal all was well.
But icebergs are cold in the dark water,
Cold their base as white their crest,
And those who dive to check the fact
Can find no signal to retract.
There are no words below the water,
Let alone phrases, let alone
Sentences–except the one
Sentence that tells you life is done
And what you had of it was a mere
Ninth of tenth; the rest is sheer
Snub to those who dared suppose
Icebergs warm below the water.
Louis MacNeice (1907-1963) del poemario "Prayer before Birth" (Oración antes de nacer)
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Louis MacNeice
jueves, 1 de diciembre de 2011
Meciendo el cielo
Se arropa la luna entre las astas del ciervo
va entrando en el sueño
va entrando en el bosque
se enreda en los arbustos
descorteza los troncos
abreva silenciosa en la fuente del roble
¿puede el agua mecer al cielo y reflejar su cara oculta?
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Elena Soto poema
sábado, 26 de noviembre de 2011
Daigu Ryokan
Crepúsculo... Se levanta el humo desde la aldea,
un ganso de invierno grazna en el cielo,
el viento sopla por los pinares.
Solo, con el cuenco de arroz vacío,
tomo el camino de regreso.
********************
Con el cayado en la mano, voy por la orilla del río
hacia la aldea.
La nieve permanece indecisa, pero el viento del Este trae
las primeras noticias de la primavera.
El canto de un uguisu deambula entre los árboles;
la hierba comienza a mostrar un toque de verde oscuro.
Me encuentro por casualidad con un viejo amigo.
Sentados en una colina, mirando el valle, conversamos.
Más tarde, en su cabaña, abrimos muchos libros
y bebemos té.
Esta noche estoy traduciendo en verso la escena
de la tarde...
Flores de ciruelo y poesía, ¡qué maravillosa combinación!
*****************
N MATSUNO-O
Ha comenzado el noveno mes; mientras caminamos
hacia Matsuno-o
un ganso solitario pasa por el cielo
y los crisantemos están en plena floración.
Los niños y yo llegamos a este bosque de pinos.
Hemos viajado una distancia muy corta,
pero el mundo está a cientos de millas de aquí.
*****************
Me siento en silencio a escuchar las hojas que caen...
Una cabaña solitaria, una vida de renunciación.
Se esfuma el pasado y olvido las cosas.
La manga de mi túnica, humedecida por las lágrimas.
***********************
La vida es como una gota de rocío,
vacía y fugaz;
se han terminado mis años
y ahora, frágil y tembloroso,
debo desvanecerme.
Ryokan (1758-1831) monje budista Zen, calígrafo y poeta que vivió en Niigata (Japón).
Las versiones son de Carlos A. Castrillón. Tomadas del Libro Poemas-Chinos, publicados en Sepia Editores 1996
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Ryokan
viernes, 4 de noviembre de 2011
Poemas de Sara Teasdale
Habrá estrellas
Habrá estrellas sobre el lugar
para siempre;
Aunque la casa que amamos y la calle que amamos
se pierdan.
Cada vez que la tierra gira en su órbita
En la noche en que atraviesa el equinoccio de otoño,
Dos estrellas que conocíamos, en lo más alto de la media noche
Alcanzarán su cenit; la quietud será profunda;
Habrá estrellas sobre el lugar para siempre,
Habrá estrellas para siempre, mientras dormimos.
Aunque la casa que amamos y la calle que amamos
se pierdan.
Cada vez que la tierra gira en su órbita
En la noche en que atraviesa el equinoccio de otoño,
Dos estrellas que conocíamos, en lo más alto de la media noche
Alcanzarán su cenit; la quietud será profunda;
Habrá estrellas sobre el lugar para siempre,
Habrá estrellas para siempre, mientras dormimos.
There Will Be Stars
There will be stars over the place forever;
Though the house we loved and the street
we loved are lost,
Every time the earth circles her orbit
On the night the autumn equinox is crossed,
Two stars we knew, poised on the peak of mid-night
Will reach their zenith; stillness will be deep;
There will be stars over the place forever,
There will be stars forever, while we sleep.
Though the house we loved and the street
we loved are lost,
Every time the earth circles her orbit
On the night the autumn equinox is crossed,
Two stars we knew, poised on the peak of mid-night
Will reach their zenith; stillness will be deep;
There will be stars over the place forever,
There will be stars forever, while we sleep.
Sara Teasdale (1884-1933)
Desde la Torre Woolworth
Vivo de amor, ansioso de mayor belleza.
De la noche venimos
En el pasillo, brillante y cálido.
Se abre una puerta metálica,
el ascensor nos recibe.
Rápidamente, con vuelo afilado e
inquebrantable
la cabina se dispara hacia arriba,
Y el aire, arremolinado y enojado,
aulla como cien demonios.
Más allá del laberinto de puertas de
bronce,
constantemente ascendemos.
Me aferro a ti
consciente del abismo bajo nuestros píes,
y un zumbido terrible ensordece mis oídos.
y un zumbido terrible ensordece mis oídos.
El vuelo ha terminado.
Pasamos por una puerta que conduce a la repisa.
Viento, noche y espacio
Oh altura terrible
¿Por qué te hemos buscado?
Pasamos por una puerta que conduce a la repisa.
Viento, noche y espacio
Oh altura terrible
¿Por qué te hemos buscado?
Oh viento amargo de heladas alas
invisibles
¿Por qué nos azotas?
¿Por qué nos llevarías lejos?
Miramos a través de las millas de aire
Las frías millas azules entre nosotros y
la ciudad,
Al borde de la eternidad miramos
En todas las luces
Mil veces más numerosas que las
estrellas;
Oh líneas y bucles de luz en cadenas
desenrolladas
Esa marca durante millas y millas
La vasta telaraña negra y enredada de las
calles;
Cerca de nosotros, racimos y salpicaduras
de oro vivo
de lejos cambia a acero azulado
Donde las frágiles luces en la costa de
Jersey
tiemblan como gotas de rocío agitado por
el viento.
Los estridentes ruidos de la ciudad
flotando hacia nosotros
Son santificados en susurros.
Los transbordadores cruzan la oscuridad
tejiendo un hilo dorado en la noche,
sus silbidos son extrañas sombras de
sonido.
Sentimos los millones de seres humanos
que están debajo de nosotros,
cálidos millones, moviéndose bajo los techos,
consumidos por sus propios deseos;
preparando comida,
sollozando a solas en una buhardilla,
doblándose sobre una aguja, con los ojos irritados,
cálidos millones, moviéndose bajo los techos,
consumidos por sus propios deseos;
preparando comida,
sollozando a solas en una buhardilla,
doblándose sobre una aguja, con los ojos irritados,
leyendo el periódico de la tarde en la
intimidad,
Bailando a la luz desnuda de la
cafetería,
Enterrando a los muertos,
Dando a luz un niño.
La tristeza, el sopor, la amargura, la
alegría frágil.
viene a nosotros
como una niebla fría que nos envuelve.
Oh en cien años
ninguno de estos cuerpos cálidos
serán inútiles como la arcilla.
La angustia, el sopor, el trabajo
habrá pasado a otros millones de seres
consumidos por los mismos deseos.
Las edades vendrán y se irán
la oscuridad borrará las luces
y la torre será derribada.
El mar permanecerá
Negro e inmutable
Las estrellas mirarán hacia abajo
Brillantes y despreocupadas.
Amado,
aunque tristeza, inutilidad, derrota
nos rodean,
No pueden derribarnos.
Aquí en el abismo de la eternidad,
el amor nos ha coronado
Por un momento
Vencedores
aunque tristeza, inutilidad, derrota
nos rodean,
No pueden derribarnos.
Aquí en el abismo de la eternidad,
el amor nos ha coronado
Por un momento
Vencedores
From The Woolworth Tower
Vivid with love, eager for greater beauty
Out of the night we come
Into the corridor, brilliant and warm.
A metal door slides open,
And the lift receives us.
Swiftly, with sharp unswerving flight
The car shoots upward,
And the air, swirling and angry,
Howls like a hundred devils.
Past the maze of trim bronze doors,
Steadily we ascend.
I cling to you
Conscious of the chasm under us,
And a terrible whirring deafens my ears.
The flight is ended.
We pass thru a door leading onto the ledge--
Wind, night and space
Oh terrible height
Why have we sought you?
Oh bitter wind with icy invisible wings
Why do you beat us?
Why would you bear us away?
We look thru the miles of air,
The cold blue miles between us and the city,
Over the edge of eternity we look
On all the lights,
A thousand times more numerous than the stars;
Oh lines and loops of light in unwound chains
That mark for miles and miles
The vast black mazy cobweb of the streets;
Near us clusters and splashes of living gold
That change far off to bluish steel
Where the fragile lights on the Jersey shore
Tremble like drops of wind-stirred dew.
The strident noises of the city
Floating up to us
Are hallowed into whispers.
Ferries cross thru the darkness
Weaving a golden thread into the night,
Their whistles weird shadows of sound.
We feel the millions of humanity beneath us,--
The warm millions, moving under the roofs,
Consumed by their own desires;
Preparing food,
Sobbing alone in a garret,
With burning eyes bending over a needle,
Aimlessly reading the evening paper,
Dancing in the naked light of the café,
Laying out the dead,
Bringing a child to birth--
The sorrow, the torpor, the bitterness, the frail joy
Come up to us
Like a cold fog wrapping us round.
Oh in a hundred years
Not one of these blood-warm bodies
But will be worthless as clay.
The anguish, the torpor, the toil
Will have passed to other millions
Consumed by the same desires.
Ages will come and go,
Darkness will blot the lights
And the tower will be laid on the earth.
The sea will remain
Black and unchanging,
The stars will look down
Brilliant and unconcerned.
Beloved,
Tho' sorrow, futility, defeat
Surround us,
They cannot bear us down.
Here on the abyss of eternity
Love has crowned us
For a moment
Victors.
Out of the night we come
Into the corridor, brilliant and warm.
A metal door slides open,
And the lift receives us.
Swiftly, with sharp unswerving flight
The car shoots upward,
And the air, swirling and angry,
Howls like a hundred devils.
Past the maze of trim bronze doors,
Steadily we ascend.
I cling to you
Conscious of the chasm under us,
And a terrible whirring deafens my ears.
The flight is ended.
We pass thru a door leading onto the ledge--
Wind, night and space
Oh terrible height
Why have we sought you?
Oh bitter wind with icy invisible wings
Why do you beat us?
Why would you bear us away?
We look thru the miles of air,
The cold blue miles between us and the city,
Over the edge of eternity we look
On all the lights,
A thousand times more numerous than the stars;
Oh lines and loops of light in unwound chains
That mark for miles and miles
The vast black mazy cobweb of the streets;
Near us clusters and splashes of living gold
That change far off to bluish steel
Where the fragile lights on the Jersey shore
Tremble like drops of wind-stirred dew.
The strident noises of the city
Floating up to us
Are hallowed into whispers.
Ferries cross thru the darkness
Weaving a golden thread into the night,
Their whistles weird shadows of sound.
We feel the millions of humanity beneath us,--
The warm millions, moving under the roofs,
Consumed by their own desires;
Preparing food,
Sobbing alone in a garret,
With burning eyes bending over a needle,
Aimlessly reading the evening paper,
Dancing in the naked light of the café,
Laying out the dead,
Bringing a child to birth--
The sorrow, the torpor, the bitterness, the frail joy
Come up to us
Like a cold fog wrapping us round.
Oh in a hundred years
Not one of these blood-warm bodies
But will be worthless as clay.
The anguish, the torpor, the toil
Will have passed to other millions
Consumed by the same desires.
Ages will come and go,
Darkness will blot the lights
And the tower will be laid on the earth.
The sea will remain
Black and unchanging,
The stars will look down
Brilliant and unconcerned.
Beloved,
Tho' sorrow, futility, defeat
Surround us,
They cannot bear us down.
Here on the abyss of eternity
Love has crowned us
For a moment
Victors.
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