Rosa gnóstica, Rosa de Zoroastro, Rosa métrica, Rosa del reloj, Rosa de Saulo, Rosa de Job, Rosa hiperbólica, Rosa del caminante, Rosa del Paraíso..., todas en el poemario
El Pasajero (1920) y La Rosa de sanatorio de
La Pipa de Kif (1919).
Rosa del reloj
Es la hora de los enigmas,
cuando la tarde del verano,
de las nubes mandó un milano
sobre las palomas benignas.
¡Es la hora de los enigmas!
Es la hora de la paloma:
sigue los vuelos la mirada
de una niña. Tarde rosada,
musical y divina coma.
¡Es la hora de la paloma!
Es la hora de la culebra:
el diablo se arranca una cana,
cae del árbol la manzana
y el cristal de un sueño se quiebra.
¡Es la hora de la culebra!
Es la hora de la gallina:
el cementerio tiene luces,
se santiguan ante las cruces
las beatas, el viento agorina.
¡Es la hora de la gallina!
Es la hora de la doncella:
lágrimas, cartas y cantares,
el aire pleno de azahares,
la tarde azul, solo una estrella.
¡Es la hora de la doncella!
Es la hora de la lechuza:
descifra escrituras el viejo,
se quiebra de pronto el espejo,
sale la vieja con la alcuza.
¡Es la hora de la lechuza!
Es la hora de la raposa:
ronda la calle una vihuela,
porta la vieja a la mozuela
un anillo con una rosa.
¡Es la hora de la raposa!
Es la hora del alma en pena:
una bruja en la encrucijada,
con la oración excomulgada
le pide al muerto su cadena.
¡Es la hora del alma en pena!
Es la hora del lubricán:
acecha el mochuelo en el pino,
el bandolero en el camino,
y en el prostíbulo Satán.
¡Es la hora del lubrican!
Rosa Gnóstica
Nada será que no haya sido antes.
Nada será para no ser mañana.
Eternidad son todos los instantes,
Que mide el grano que el reloj desgrana.
Eternidad la gracia de la rosa,
y la alondra primera que abre el día,
Y la oruga, y su flor la mariposa.
¡Eterna en culpa la conciencia mía!"
Al borde del camino, recostado
como gusano que germina en lodo,
siento la negra angustia del pecado,
Como la divina aspiración al Todo.
El gnóstico misterio está presente
en el quieto volar de la paloma,
y el pecado del mundo, en la serpiente
que muerde el pie del ángel que la doma.
Sobre la eterna noche del pasado
Se abre la eterna noche del mañana.
¡Cada hora, una larva del pecado!
¡Y el símbolo, la sierpe y la manzana!.
Guarda el Tiempo el enigma de las Formas,
como un dragón sobre los mundos vela,
y el Todo y la Unidad, supremas normas,
tejen el Infinito de su estela.
Nada apaga el hervor de los crisoles,
en su fondo sellada está la eterna
idea de Platón. Lejanos soles
un día encenderán nuestra caverna.
Mientras hilan las parcas mi mortaja,
una cruz de ceniza hago en la frente;
el tiempo es la carcoma que trabaja
por Satanás. ¡Y Dios es el Presente!.
¡Todo es Eternidad! ¡Todo fue antes!
¡Y todo lo que es hoy será después,
en el Instante que abre los instantes,
y el hoyo de la muerte a nuestros pies!
Del libro
El Pasajero
Rosa de sanatorio
Bajo la sensación del cloroformo
me hacen temblar con alarido interno,
la luz de acuario de un jardín moderno.
y el amarillo olor del yodoformo.
Cubista, futurista y estridente,
por el caos febril de la modorra
vuela la sensación, que al fin se borra,
verde mosca, zumbándome en la frente.
Pasa mis nervios, con gozoso frío,
el arco de lunático violín;
de un si bemol el transparente pío
tiembla en la luz acuaria del jardín,
y va mi barca por el ancho río
que divide un confín de otro confín.
De
La Pipa de Kif
Poema en audio: Rosa de Job de Ramón del Valle Inclán por Ramón del Valle Inclán
Ramón del Valle-Inclán (Villanueva de Arosa 1866, Santiago de Compostela 1936)