/ El establo de Pegaso: julio 2010

martes, 27 de julio de 2010

Meeting Point de Louis MacNeice

Punto de encuentro



El tiempo estaba ausente en otra parte,
Dos vasos y dos sillas
Dos personas con un solo pulso
(Alguien detuvo la escalera mecánica):
El tiempo estaba ausente en otra parte.

Y no estaban ni arriba ni abajo,
La música del torrente no paraba
Fluía a través del brezo, marrón dorado,
Aunque se sentaran en un café
Y no estaban ni arriba ni abajo.

La campana silenciosa en el aire
Manteniendo su postura invertida,
Entre el tintineo y tintineo de una flor,
Un cáliz de bronce mudo:
La campana silenciosa en el aire.

Los camellos cruzaban millas de arena
Que se extendían alrededor de tazas y platos;
El desierto era suyo, planeaban
Repartir las estrellas y dátiles.
Los camellos cruzaban las millas de arena.

Y el tiempo estaba ausente en otra parte.
El camarero no venía, el reloj
Los olvidaba y el vals de la radio
brotaba como agua de una roca:
El tiempo estaba ausente en otra parte.

Sus dedos sacudieron la ceniza
Que floreció de nuevo en los árboles tropicales:
No importaba que los mercados se hundieran
mientras tuvieran bosques como estos,
Sus dedos sacudieron la ceniza.

Dios o lo que quiera que sea el Bien
Alabado seas porque el tiempo pueda detenerse así,
Porque lo que el corazón ha entendido
Puede sentirse en la paz del cuerpo,
Dios o lo que quiera que signifique el Bien.

El tiempo estaba ausente y ella estaba aquí
Y la vida ya no volverá a ser lo que era,
La campana silenciosa en el aire
Y toda la sala iluminada, porque
El tiempo estaba ausente y ella estaba aquí.

(versión propia)

Meeting Point

Time was away and somewhere else,
There were two glasses and two chairs
And two people with the one pulse
(Somebody stopped the moving stairs)
Time was away and somewhere else.

And they were neither up nor down;
The stream's music did not stop
Flowing through heather, limpid brown,
Although they sat in a coffee shop
And they were neither up nor down.

The bell was silent in the air
Holding its inverted poise -
Between the clang and clang a flower,
A brazen calyx of no noise:
The bell was silent in the air.

The camels crossed the miles of sand
That stretched around the cups and plates;
The desert was their own, they planned
To portion out the stars and dates:
The camels crossed the miles of sand.

Time was away and somewhere else.
The waiter did not come, the clock
Forgot them and the radio waltz
Came out like water from a rock:
Time was away and somewhere else.

Her fingers flicked away the ash
That bloomed again in tropic trees:
Not caring if the markets crash
When they had forests such as these,
Her fingers flicked away the ash.

God or whatever means the Good
Be praised that time can stop like this,
That what the heart has understood
Can verify in the body's peace
God or whatever means the Good.

Time was away and she was here
And life no longer what it was,
The bell was silent in the air
And all the room one glow because
Time was away and she was here.

Louis MacNeice (1907-1963)

Casa en el acantilado

Dentro, la espiga de una pequeña lámpara de aceite. Fuera
un parpadeo a lo que queda del mar.
Dentro, el sonido del viento. Fuera el viento.
Dentro, el corazón cerrado y la llave perdida.

Fuera el frío, el vacío, la sirena. Dentro
El hombre fuerte apenado se enfría para encontrar a su sangre,
Mientras el reloj ciego se hace más fuerte, más rápido. Fuera
La luna silenciosa, gobierna la marea que suena perpetua.

Dentro bendición con maldición ancestral. Fuera
La bóveda vacía del cielo, el vacío profundo.
Dentro un hombre decidido que determina
Acuerdos, con él mismo, en un sueño roto.

(versión propia)

House On A Cliff

Indoors the tang of a tiny oil lamp. Outdoors
The winking signal on the waste of sea.
Indoors the sound of the wind. Outdoors the wind.
Indoors the locked heart and the lost key.


Outdoors the chill, the void, the siren. Indoors
The strong man pained to find his red blood cools,
While the blind clock grows louder, faster. Outdoors
The silent moon, the garrulous tides she rules.


Indoors ancestral curse-cum-blessing. Outdoors
The empty bowl of heaven, the empty deep.
Indoors a purposeful man who talks at cross
Purposes, to himself, in a broken sleep.

Louis MacNeice

jueves, 15 de julio de 2010

Gjertrud Schnackenberg Pesca Nocturna



Pesca Nocturna

En la cocina el viejo reloj del campo muestra
Una sonriente luna hundiéndose bajo
Dos hemisferios, las estrellas innumerables como días,
Y los guisantes, los tomates, las cebollas, creciendo
Bajo ese cielo feliz, pero a pesar de que las arenas
Del tiempo vistan este vegetal disfrazado,
El reloj se cubre la cara con sus manos largas y delgadas.
Otra luna sonriente comienza a alzarse.

Vamos a la deriva en un pequeño bote una hora antes
De que comience el día, en el lago la maleza ha crecido tanto
Que toca la superficie, enredándose en un remo.
Has traído café, cigarros, y me has traído a mí.
Estás inmóvil, como una estatua en una sala,
pendiente de las truchas. Un murciélago corta el aire
Cerca de nosotros, grito, me miras, eso es todo,
Una larga mirada, una sonrisa en todas partes
Excepto en la boca. Las colinas poderosas devuelven el grito.
Vuelves de nuevo a lo tuyo, la merluza, te ríes, y muerdes
Con los dientes el cigarro. Miramos el agua
Negra, juntos. Nuestros zapatos están húmedos.
Algo se mueve en tu rostro pensativo, retrocede.
Aquí, por primera vez, veo cómo,
Al igual que un pez se esconde en las profundas hierbas acuáticas,
Un pensamiento de muerte acecho en el fondo, enseña
Un ojo, y luego desaparecerá en silencio.
Es la hora de irse. Sobre las colinas veo
A la luna ocultándose lentamente,
Mar de la Tranquilidad, Mar de la Serenidad,
Océano de las Tormentas ... Comienzas a remar, el bote
roza el lago donde la luz comienza a extenderse.
Alzas los remos al aire. Giramos, flotamos.

Estoy en la cocina. Llevas tres días muerto.
Sale la luna sonriente sobre la tierra fértil,
Blancas estrellas y vegetales. El cielo es azul.
Las manecillas del reloj recorren todo, giran todo,
Empujándome, sin remos, de tu orilla.

Traducción casera, asistida por ordenador

Nightfishing

The kitchen's old-fashioned planter's clock portrays
A smiling moon as it dips down below
Two hemispheres, stars numberless as days,
And peas, tomatoes, onions, as they grow
Under that happy sky; but though the sands
Of time put on this vegetable disguise,
The clock covers its face with long, thin hands.
Another smiling moon begins to rise.


We drift in the small rowboat an hour before
Morning begins, the lake weeds grown so long
They touch the surface, tangling in an oar.
You've brought coffee, cigars, and me along.
You sit still, like a monument in a hall,
Watching for trout. A bat slices the air
Near us, I shriek, you look at me, that's all,
One long sobering look, a smile everywhere
But on your mouth. The mighty hills shriek back.
You turn back to the hake, chuckle, and clamp
Your teeth on your cigar. We watch the black
Water together. Our tennis shoes are damp.
Something moves on your thoughtful face, recedes.
Here, for the first time ever, I see how,
Just as a fish lurks deep in water weeds,
A thought of death will lurk deep down, will show
One eye, then quietly disappear in you.
It's time to go. Above the hills I see
The faint moon slowly dipping out of view,
Sea of Tranquillity, Sea of Serenity,
Ocean of Storms... You start to row, the boat
Skimming the lake where light begins to spread.
You stop the oars, midair. We twirl and float.


I'm in the kitchen. You are three days dead.
A smiling moon rises on fertile ground,
White stars and vegetables. The sky is blue.
Clock hands sweep by it all, they twirl around,
Pushing me, oarless, from the shore of you.

Gjertrud Schnackenberg (Tacoma, Washington, 1953) Supernatural Love Poems 1976-1992

domingo, 11 de julio de 2010

Poemas de Roberto Bolaño




no importa hacia donde te arrastre el viento
(Sí. Pero me gustaría ver a Séneca en este lugar)
La sabiduría consiste en mantener los ojos abiertos
durante la caída (¿Bloques sónicos
de desesperación?) Estudiar en las estaciones
de policía Meditar durante los fines de semana
sin dinero (Tópicos que has de repetir, dijo
la voz en off, sin considerarte desdichado)
Ciudades supermercados fronteras
(¿Un Séneca pálido? ¿Un bistec sobre el mármol?)
De la angustia aún no hemos hablado
(Basta ya. Dialéctica obscena)
Ese vigor irreversible que abrasará tus derroteros

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En el Distrito V con los sudacas:
¿Aún lees a los juglares? Sí
Quiero decir: trato de soñar
castillos y mercados cosas de ese tipo
para después volver a mi piso y dormir
No hay nada malo en eso
Vida desaparecida hace mucho
En los bares del Distrito V
gente silenciosa con las manos en
los bolsillos Y los relámpagos

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Estos son los rostros romanos del infierno
Prefiero vivir lejos de todo, dije
No ser cómplice Pero esos rostros contemplan
aquéllo más allá de tu cuerpo Nobles
facciones fosilizadas en el aire
Como el fin de una película antigua
Rostros sobreimpresos en el azul del cielo
Como la muerte, dije

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De sillas, de atardeceres extra,
de pistolas que acarician
nuestros mejores amigos
está hecha la muerte

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Ahora paseas solitario por los muelles
de Barcelona
Fumas un cigarrillo negro y por
un momento crees que sería bueno
que lloviese
Dinero no te conceden los dioses
mas sí caprichos extraños
Mira hacia arriba:
está lloviendo

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Roberto Bolaño. Publicados en Regreso a la Antártida Rimbaud vuelve a Casa, Press. 1983.
Archivo Bolaño, sitio dedicado a la obra de este escritor

jueves, 8 de julio de 2010

Leopoldo Castilla





Con Los Pies En La Tierra
A Mario Trejo

Hay un instante
en que la mesa vuelve en sí
en que el árbol se reúne
y es de nuevo
ramas, hojas y un pájaro lógico

todo recompone la escena
los límites
que hagan verosímil a ese hombre mirando la siesta

él
considera que realmente ha aparecido
que tiene tiempo
y para sobre la sombra del árbol
cree que toca tierra
dentro de un orden
el conocimiento
es eternidad que se pudre

pero el azar absuelve:
el pájaro ya no sostiene
al árbol
torcido por el cielo.


Círculo

A José Antonio Gabriel y Galán

Concibieron el círculo radiante, su forma
partiendo desde un centro
y en realidad
fue lo exterior, el universo, esa silla,
un caballo
todo lo externo modulado
para finalizar esa esfera

tu ojo no emite
atrae

ese niño con un balón entre las manos
juega
con el último punto de la materia
con el fin del mundo.

Leopoldo Castilla (Salta, Argentina, 1947) Norte y sur de la poesía iberoamericana, Editorial Verbum
Libro de Egipto

viernes, 2 de julio de 2010

El jardín de Louise Glück

El jardín



No podría volver a hacerlo,
Apenas soporto verlo-

en el jardín, bajo la lluvia suave
la joven pareja siembra una hilera de guisantes
como si nadie lo hubiera hecho antes
todavía los problemas
no han sido enfrentados ni resueltos-

No pueden verse,
en la tierra aun húmeda, comenzar
sin ninguna perspectiva,
con las colinas al fondo, color verde pálido, cuajadas de flores-

Ella quiere detenerse;
él llegar hasta el final,
permanecer en las cosas-

Mira cómo ella le toca la mejilla
pidiéndole una tregua, sus dedos
ateridos por la lluvia de la primavera;
en la hierba suave, estallan rojos los azafranes-

Incluso aquí, en los comienzos del amor,
su mano al abandonar el rostro presagia
una imagen de partida

Y ellos piensan
que pueden ignorar
esta tristeza"

The Garden

I couldn’t do it again,
I can hardly bear to look at it—

in the garden, in light rain
the young couple planting
a row of peas, as though
no one has ever done this before,
the great difficulties have never as yet
been faced and solved—

They cannot see themselves,
in fresh dirt, starting up
without perspective,
the hills behind them pale green,
clouded with flowers—

She wants to stop;
he wants to get to the end,
to stay with the thing—

Look at her, touching his cheek
to make a truce, her fingers
cool with spring rain;
in thin grass, bursts of purple crocus—

even here, even at the beginning of love,
her hand leaving his face makes
an image of departure

and they think
they are free to overlook
this sadness.

Louise Glück (Nueva York, 1943) del poemario The Wild Iris