/ El establo de Pegaso: Ettore abandonó en Nápoles la mitad de su ausencia

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Ettore abandonó en Nápoles la mitad de su ausencia


En 1938, tras tomar en Nápoles un barco hacia Palermo, el físico Ettore Majorana desapareció misteriosamente en el Tirreno. Dejó escritas dos cartas, una parece la nota de un suicida y la otra podría interpretarse como la despedida de una persona que busca comenzar una nueva vida. La versión oficial fue que se había arrojado al mar durante la travesía, pero su cadáver nunca se encontró. Ettore, literalmente, se esfumó.
Majorana se doctoró bajo la dirección de Enrico Fermi con el trabajo: La teoría cuántica de los núcleos radiactivos, y es conocido sobre todo por sus estudios en física de partículas. En 1937, propuso una ecuación que deduce de la teoría cuántica, la posibilidad de la existencia de una partícula muy especial, que es a la vez su propia antipartícula: el fermión de Majorana, y que estaría justo en la frontera entre la materia y la antimateria.

Ettore abandonó en Nápoles la mitad de su ausencia

El 27 de marzo de 1938
desapareció en el Tirreno Ettore Majorana.
Se arrojó al mar desde un barco
-esa fue al menos la versión oficial-,
pero, quizás, dimensiones extra ocultas bajo el agua
transformaron su cuerpo
en una metáfora de la partícula que amaba
y, como ella, comenzó a existir
en varios órdenes de realidad,
-un Ettore elemental con su propio anti Ettore-
No vivo y no muerto,
tal vez superpuesto en la espuma,
abandonó en Nápoles la mitad de su ausencia
y viajó a Palermo con la otra mitad.
Dejó escrito: “el mar me rechazo sin remedio”.
pero el tiempo leva anclas,
la incertidumbre navega
tras la estela del paquebote Tirrenia
y el espacio, como un pez volador,
duerme bajo el firmamento.
A lo lejos, el parpadeo del faro
se confunde con las escamas del cielo
y, aunque el destello es hermoso,
Ettore sabe que esa luz apenas si puede sostenerlo.
En la costa, el Vesubio da sentido a este instante.


Tanto a Majorana, como a la partícula que describió, ha sido difícil seguirles el rastro. La desaparición de físico nunca se resolvió y desde 1938 han circulado todo tipo de conjeturas, que van desde el suicidio a su huida a Sudamérica, pasando por el retiro en un convento. En los últimos años, ha cobrado fuerza el rumor de que estuvo a mediados de los años 50 en Venezuela bajo el nombre de Bini. Otros testigos, como la viuda del escritor Miguel Angel Asturias dice haberlo conocido en Argentina como amigo de una matemática de nombre Eleonora Cometta-Manzonni, pero el misterio continúa hasta hoy.

"Nessuno mi troverà". Trailer

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