miércoles, 25 de enero de 2012
Karl Shapiro
Invierno en California
Es invierno en California y afuera
Es como el interior de una floristería:
Una cosecha fría y muy húmeda
De hileras de camelias rosas en el sendero; y qué
Rosas raras para un banquete o una novia
¡Tantas que me parecen demasiadas!
Una hilera de caracoles cruza el verde césped de golf
Desde los rosales hasta el lecho de hiedra;
Los rocían con un compuesto de arsénico.
El jardinero moverá las conchas
Y las dejará en una esquina del patio
en un pequeño montículo de conchas vacías como calaveras
Al mediodía la niebla se funde con el sol
Y el inmenso mundo celestial abre una página
Para el ejercicio de las edades futuras;
Ahora los reactores se arrastran en parábolas de líneas rectas,
Y los rayos xs con los cuales el viento, antes de que ellos lo hagan
Borra despacio o tira a las pelusas.
Es invierno en el valle de las vides.
Los viñedos crucificados en estacas recuerdan
cementerios de guerra pero los frutos llenan
Las cubas de madera roja rebosantes hasta el borde en el cobertizo
Y en vía muerta los camiones cisterna de vino
Por los que mil millones de uvas han derramado su zumo brillante
Y los esquiadores van a casa por las líneas de nieve
Bajando por el huerto de almendros, los olivares
Higueras y palmeras- todo esto alienta
La imaginación durante el invierno.
Si los muros fueran antiguos se podría pensar en Roma
Si la tierra fuera más pedregosa uno podría pensar en España
Pero en esta tierra crecen vivas cosas más antiguas
Estos árboles eran jóvenes cuando los Faraones gobernaban el mundo
Árboles de hojas nuevas recién abiertas.
que no son bellas; pero oprimen el corazón
Con gigantes e inmortales alas;
Y uno siente la solemnidad de esta tierra.
Llueve en California, una lluvia recia
Limpiando en las ramas las abundantes naranjas,
Anegando los jardines hasta que la corriente
Resplandece en los olivos, embaldosando los azulejos brillantes
Encerando con más verde las oscuras hojas de las camelias
Inundando todo el día los valles como el Nilo.
California Winter
It is winter in California, and outside
Is like the interior of a florist shop:
A chilled and moisture-laden crop
Of pink camellias lines the path; and what
Rare roses for a banquet or a bride,
So multitudinous that they seem a glut!
A line of snails crosses the golf-green lawn
From the rosebushes to the ivy bed;
An arsenic compound is distributed
For them. The gardener will rake up the shells
And leave in a corner of the patio
The little mound of empty shells, like skulls.
By noon the fog is burnt off by the sun
And the world's immensest sky opens a page
For the exercise of a future age;
Now jet planes draw straight lines, parabolas,
And x's, which the wind, before they're done,
Erases leisurely or pulls to fuzz.
It is winter in the valley of the vine.
The vineyards crucified on stakes suggest
War cemeteries, but the fruit is pressed,
The redwood vats are brimming in the shed,
And on the sidings stand tank cars of wine,
For which bright juice a billion grapes have bled.
And skiers from the snow line driving home
Descend through almond orchards, olive farms.
Fig tree and palm tree - everything that warms
The imagination of the wintertime.
If the walls were older one would think of Rome:
If the land were stonier one would think of Spain.
But this land grows the oldest living things,
Trees that were young when Pharoahs ruled the world,
Trees whose new leaves are only just unfurled.
Beautiful they are not; they oppress the heart
With gigantism and with immortal wings;
And yet one feels the sumptuousness of this dirt.
It is raining in California, a straight rain
Cleaning the heavy oranges on the bough,
Filling the gardens till the gardens flow,
Shining the olives, tiling the gleaming tile,
Waxing the dark camellia leaves more green,
Flooding the daylong valleys like the Nile.
Karl Jay Shapiro (Baltimore,1913-2000,New York)
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