/ El establo de Pegaso: Mariposanautas en la Estación Espacial

miércoles, 13 de enero de 2010

Mariposanautas en la Estación Espacial

las mariposas espaciales, ButterflySpace, a bordo del Atlantis




Ahora mismo, en el espacio hay lepidópteros revoloteando. Llegaron a la Estación Espacial Internacional a bordo del Atlantis que despegó a mediados del pasado mes de octubre del Centro Kennedy en Florida.
Las mariposanautas son del tipo Vanessa de los Cardos y forman parte del Proyecto CSI 03 sobre los efectos de la microgravedad que lleva a cabo el Instituto Nacional estadounidense de Investigación Biomédica Espacial.
Con este experimento, los científicos quieren comparar el desarrollo de estos insectos en la Tierra con su desarrollo en el espacio, sin gravedad, para ver si es igual o existen diferencias. En apariencia, lo tienen más difícil, pues la comida flota y tienen que realizar complicadas contorsiones para alcanzarla.
Mientras las mariposanautas-funanbulistas crecen en el espacio, en la Tierra hay otro grupo de lepidópteros que nacieron al mismo tiempo, son las mariposas terrestres, repartidas por instalaciones de todo el mundo que están siguiendo el experimento.

Un poema de Juan Laurentino Ortiz para todas estas mariposas espaciales y sus hermanas terrestres.

ELLA…

Ella anuda hilos entre los hombres
y lleva de aquí para allá la mariposa profunda
-ala del paisaje y del alma de un país, con su polen…

Ella hace sensible el clima de los días, con su color y su
perfume…
a su pesar, muchas veces, como bajo un destino.
Testimonio involuntario, ella,
de un cierto estado de espíritu, de un cierto estado de las cosas,
en que la circunstancia da su hálito. ..

Pero se dirige siempre a un testigo invisible,
jugando naturalmente con la tierra y el ángel,
el infinito a su lado y el presente en el confín...

Mas es el don absoluto, y la ternura,
ella que es también el término supremo y la última esencia
con las melodías de los sentidos y los símbolos y las visiones y
los latidos
para el encuentro en los abismos...

Mas tiene cargo de almas, y es la comunicación,
el traspaso del ser, "como se da una flor", en el nivel de los niños,
más allá de sí misma, en el olvido puro de ella misma…

Y no busca nunca, no, ella…
espera, espera toda desnuda, con la lámpara en la mano,
en el centro mismo de la noche...

Juan Laurentino Ortiz. Del poemario El alma y las colinas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mariposarios en el espacio. Y la perrita Laika corriendo tras las mariposas.
Y los versos
"jugando naturalmente con la tierra y el ángel,
el infinito a su lado y el presente en el confín..."