/ El establo de Pegaso: Safo de Lesbos

viernes, 26 de septiembre de 2008

Safo de Lesbos




Quasi ventus

Amor ha agitado mis entrañas como el huracán que sacude monte abajo las encinas.


Soledad a medianoche

Se han puesto ya la luna y las pléyades.
Es medianoche. Pasa el tiempo.
Y yo sigo durmiendo sola.


Imposible

Tocar el cielo no pretendería yo,
con mis dos codos de estatura.


En la distancia

De veras, quisiera morirme. Al despedirse de mí llorando, me musitó las siguientes palabras: "Amada Safo, negra suerte la mía.De verdad que me da mucha pena tener que dejarte." Y yo le respondí: "Vete tranquila.Procura no olvidarte de mí, porque bien sabes que yo siempre estaré a tu lado. Y si no; quiero recordarte lo que tú olvidas: cuantas horas felices hemos pasado juntas. Han sido muchas las coronas de violetas, de rosas, de flor de azafrán y de ramos de eneldo, que junto a mí te ceñiste. Han sido muchos los collares que colgaste de tu delicado cuello, tejidos de flores fragantes por nuestras manos. Han sido muchas las veces que derramaste bálsamo de mirra y ungüento regio sobre mi cabeza."

Safo de Lesbos (650–580 a. C.), traducción de F. Galiano.
Blogalaxia Tags
Technorati Tags

No hay comentarios: