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Han sido 20 días de viaje fantásticos de Buenos Aires a península Valdés; después a Tierra de Fuego, El Calafate, El Chalten, Bariloche y de nuevo Buenos Aires. Pero voy a comenzar el viaje casi por el final. Como viajamos de Madrid a Buenos Aires con sólo el vuelo, fuimos organizando el recorrido sobre la marcha; bueno, más o menos, porque aunque los lugares de destino estaban claros, el medio de transporte ya era otro tema. Una de las "imprevisiones" fue Bariloche, pensábamos regresar en avión y nos quedamos sin pasaje; finalmente sólo teníamos la opción del ómnibus (24 horas de viaje). Lo tomamos (voy a intentar no decir coger que por esas tierras tiene otras acepciones) y cuando llevábamos unas cuatro horas de trayecto el vehículo se paró en seco. Comenzaba a anochecer, estábamos en medio de la nada- creo que la ciudad más próxima a unos 200 kilómetros- y el asunto tenía pinta de ir para largo. Un grupo de pasajeros bajamos del ómnibus y comenzamos a hablar, a medida que oscurecía se iban viendo más y más estrellas: la Cruz del Sur, las Tres Marías, el manto impresionante de la Vía Láctea y todos conversando sobre cómo se llamaban las estrellas en los diferentes lugares y de paso de mitología, filosofía, el origen del universo y la teoría de la relatividad. La noche dio para mucho porque nos tiramos seis horas en el km 1.365. Juampi, Diego, Pablo, Fernando y Adan, un americano que regresaba con el tiempo justo a Buenos Aires para tomar un avión a EEUU y todavía a estas horas no sabemos si lo perdió. Otro de los temas de conversación fue el castellano de aquí y el de allá, y pusimos la cabeza como un bombo al americano que había estudiado español en Ronda y Guatemala y no paraba de anotar palabras a la luz de la linterna del móvil. En un determinado momento, Juampi sacó la guitarra y se puso a cantar. Sin más luces que las de emergencia, junto a la ruta interpretó varios temas, entre ellos este de kilómetro cero que parecía escrito para la ocasión. En el video no se ve un carajo, pero refleja a la perfección el ambiente del momento.
Juampi Espinosa y Pablo
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Tirados en la ruta
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2 comentarios:
ENVIDIA.
pero qué viaje más sideral... por un momento supuse que os podía atrapar para siempre el sur y veríamos a Pegaso volar eternamente la cruz del sur...
pero veo que aun se puede viajar en todos los sentidos.
a la salud!
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